La veda del centollo (Maja brachydactyla) finaliza el sábado, a medianoche, en las provincias de A Coruña y Pontevedra, mientras que en la de Lugo continuará hasta el 27.
No ocurre lo mismo con el buey de mar (Cancer pagurus), un crustáceo mucho menos importante –un bien escaso que no cotiza tan alto como el centollo–, cuya veda comenzaba a finales de agosto y finalizará también el sábado, aunque en toda la comunidad autónoma.
Quiere esto decir que el domingo se largarán los primeros aparejos, en el caso del centollo desde la desembocadura del río Miño hasta el paralelo que pasa por el cabo Corrubedo, y desde este hasta el meridiano que pasa por el cabo de Estaca de Bares.
En consecuencia, desde la madrugada del lunes empezarán a subastarse en las lonjas gallegas los primeros ejemplares de la que es una de las campañas de pesca más deseadas por pescadores y consumidores.
La flota de enmalle, con los aparejos a punto
De la captura del que –en puertos como O Grove– está considerado “rey de los mariscos” se ocupará, mayormente, la flota de enmalle, que es la que utiliza la popular arte de pesca conocida como “miño”, ya que el empleo de “raeiras” o nasas para estos crustáceos –a diferencia de lo que sucede con la nécora– es prácticamente testimonial.
Estas redes, que ya se preparan a conciencia en los puertos, pueden manipularse a bordo de 900 embarcaciones de toda la comunidad, el 62% de las mismas censadas en las Rías Baixas, según consta en el Registro de Buques Pesqueros.
Descanso semanal
El descanso semanal del uso del “miño” está comprendido entre las 15.00 horas del viernes y las 9.00 horas del domingo.
Como sucederá el que viene, con motivo del arranque de la temporada, a partir de las 9.00 horas del domingo las embarcaciones podrán salir del puerto, aunque no podrán calar las redes hasta las 10.00, y tampoco podrán levantarlos para volver a tierra antes de las 00.00 horas del lunes.
El censo de las Rías Baixas
Son 110 barcos los autorizados para despachar “miños” en la ría de Vigo, 127 en la de Pontevedra, 119 en Muros-Noia y 203 en Arousa, aquí con puertos tan importantes como el grovense (50 naves), Ribeira, (58), Cambados (39) y A Illa (19).
Al analizar esta campaña del centollo puede decirse que el gran objetivo, aunque no parezca nada fácil de lograr, es alcanzar las cifras históricas del año pasado.
Un 2020 de récord
No hay que olvidar que se marcó un récord absoluto en la comunidad, puesto que se subastaron 564 toneladas de este producto por importe de 5,2 millones de euros; como siempre, con la lonja de O Grove como la más importante de Galicia para esta especie, tras ingresar 922.000 euros por la venta de 62 toneladas.
En lo que va de ejercicio se despacharon en toda la comunidad 215 toneladas (1,9 milllones de euros), correspondiendo a O Grove 27 toneladas y 351.000 euros.
Esto fue posible por el trabajo realizado hasta que a mediados de junio comenzó la veda que finaliza el fin de semana que viene.
Así pues, la flota va a disponer de apenas dos meses, que son siempre los más trascendentales de la temporada –si se entiende ésta por años naturales–, para alcanzar los espectaculares registros de 2020.
Y si no puede ser intentará, al menos, repetir los de antes de la pandemia, cuando se facturaban entre 4 y 5 millones de euros anuales por la venta de entre 443 y 526 toneladas, como sucedió en el periodo 2017-2019.
De hecho, a la espera de lo que suceda en estos dos últimos meses, en los seis primeros del año en curso prácticamente se habían alcanzado ya los registros de todo 2016, cuando se vendieron solo 272 toneladas de centollo (3,5 millones de euros).
Hasta 7.000 metros de red en las naves más grandes
Al iniciar la campaña del centollo, la flota de enmalle debe tener muy presente el Decreto 15/2011, de 28 de enero, por el que se regulan las artes, aparejos, útiles, equipamientos y técnicas permitidos para la extracción profesional de los recursos marinos vivos en Galicia.
Según ese articulado el número máximo de artes y aparejos permitidos en cada embarcación estará relacionado con el tamaño o porte de éstas.
En base a esto, debe quedar claro que la longitud máxima total de los “miños” que se calarán por embarcación y día será de 2.000 metros, el equivalente a 40 piezas, en las embarcaciones Tipo I y II, mientras que a las de Tipo III se les permiten 4.000 metros, equivalentes a 80 piezas, a las de Tipo IV y V un total de 5.500 metros (110 piezas) y a las embarcaciones Tipo VI y VII, 7.000 metros, equivalentes a 140 piezas.
Estas son las siete categorías:
- Tipo I. Embarcaciones menores de 1,50 toneladas de registro bruto (TRB) o 1 de arqueo bruto (GT)
- Tipo II. Las naves de entre 1,50 TRB o 1 GT y 2,49 TRB o 1,74 GT
- Tipo III. Barcos de hasta 4,99 TRB o 4,24 GT
- Tipo IV. De entre 5 TRB o 4,25 GT y 7,49 TRB o 7,49 GT
- Tipo V. Las embarcaciones de hasta 9,99 TRB o 9,99 GT
- Tipo VI. De 10 TRB o 10 GT a 19,99 TRB o 19,99 GT
- Tipo VII. Embarcaciones de más de 20 TRB o 20 GT.
35 kilos por barco y 35 por tripulante
Según la Resolución de 10 de junio de 2021 por la que se aprueba el plan de gestión del centollo y el buey para la campaña 2021-2022, la cuota máxima de captura del primero será de 35 kilos por barco y día, con 35 kilos diarios más por cada tripulante enrolado y a bordo.
Se establece que los técnicos de la Consellería do Mar podrán realizar “muestreos para control, seguimiento y evaluación del plan” en cualquiera de las naves participantes, por lo cual se recuerda a los armadores que “deben colaborar para conseguir los objetivos propuestos”. Si no lo hacen serán dados de baja definitivamente en el plan de explotación.
Semana clave para el furtivismo
Hay que tener en cuenta que algunos pescadores profesionales aprovechan las semanas y jornadas previas a la apertura de la campaña del centollo para extraer producto de manera ilegal.
Lo que hacen es almacenarlo para colocarlo en el mercado en cuanto comienza la temporada oficial.
