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El centollo ilegal vuelve a salir a flote

Efectivos de Gardacostas de Galicia en un operativo contra el furtivismo, en la ría de Arousa. Iñaki Abella

A menos de un mes para que se ponga en marcha la siempre espectacular y esperada campaña de pesca del centollo en Galicia –está previsto que se larguen los aparejos de nuevo el día 7 y regrese a los puertos el 8–, los furtivos empiezan a hacer de las suyas y arrancan su particular temporada extractiva.

El preciado crustáceo, que está en veda desde el 19 de junio en las provincias de Pontevedra y A Coruña, y desde el 26 en la de Lugo –la veda en este caso se extenderá hasta el 27 de noviembre–, es una de las especies más castigadas por la pesca ilegal en Galicia, y este año no va a ser ninguna excepción.

Tierra, mar y aire

Prueba de ello es que en algunos puertos empiezan a venderse ya, de forma clandestina, los primeros centollos de la temporada, igualmente suministrados por los ilegales a algunos restaurantes “de confianza” que contribuyen a la práctica del furtivismo ofreciendo este marisco “de tapadillo”.

Arranca la segunda semana de campaña del centollo

La pasada campaña del centollo Manuel Méndez

De ahí que el servicio de Gardacostas de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar, extreme en esta época del año las medidas de vigilancia y control necesarias –por tierra, mar y aire– para tratar de disuadir a esos ilegales.

Una práctica capaz de interrumpir el ciclo migratorio y reproductivo de la especie

Los pescadores ilegales que se dedican a la captura de centollo en esta época del año interfieren de forma peligrosa en el ciclo reproductivo de la especie. Hay que tener presente que se trata de un animal migratorio que realiza desplazamientos a zonas más profundas para aparearse y, posteriormente, regresan a zonas menos profundas para realizar la puesta, tal y como indican los biólogos de la Consellería do Mar.

Esto quiere decir que los centollos adultos migran para aparearse, y lo hacen durante los meses de septiembre y octubre, mientras que entre diciembre y enero regresan hacia la costa, de ahí que sea esa la época más intensa de las capturas.

Los biólogos puntualizan que las centollas presentan dos períodos de puesta a lo largo del año, siendo el más importante el que se produce entre febrero y junio.

El segundo tiene lugar en septiembre, “justo al inicio del otoño, siendo este un período mucho más corto que el de la primavera”, de tal forma que en octubre “el porcentaje de hembras ovadas de centollo disminuye hasta el 10%”.

Competencia desleal

Los mismos que se encargan de esquilmar los recursos y, al mismo tiempo, desestabilizan el mercado, toda vez que la presión que ejercen sobre la especie también genera una preocupante competencia desleal que afecta a cuantos sí respetan las normas establecidas en lo referido a vedas, topes de captura, zonas de trabajo o artes de pesca empleadas.

Lo que sucede es que en esta época, semanas antes de que se levante la veda, algunos pescadores furtivos dejan caladas sus redes, sobre todo los conocidos como “miños”, para empezar a capturar los primeros centollos de la temporada y colocarlos en el mercado.

Un operativo de Gardacostas en el helicóptero Pesca 1. Iñaki Abella

Especie acompañante

O bien para almacenarlos en viveros, jaulas, salabardos o cualquier otro lugar en el que mantener el producto en permanente contacto con el agua hasta que llegue el momento de su comercialización.

Otros consiguen el centollo casi de casualidad, ya que el crustáceo llega a bordo de sus embarcaciones como especie acompañante, es decir, mientras se dedican a la captura de otras especies.

Vital en muchos puertos

La pesca ilegal de centollo, que siempre existe pero se intensifica en las semanas previas de cada nueva campaña, supone seguir presionando en exceso a una especie vital para la flota de enmalle en numerosos puertos gallegos, donde desde enero de 2001 se comercializaron 6.364 toneladas que generaron 66 millones de euros.

La lonja de O Grove, hay que insistir, es la más importante de la comunidad, como lo demuestra el hecho de que en esas dos décadas se vendieran allí mil toneladas de este producto, obteniendo por ello 13,5 millones de euros. Por encima de los 10,3 millones de euros facturados en A Coruña, a pesar de que en este caso se vendió más producto (1.347 toneladas) y de los registros de Ribeira, con 970 toneladas y diez millones de euros, situándose Vigo en cuarta posición con 535 toneladas vendidas por valor de seis millones en el mismo periodo.

Respecto a los demás puertos, Cambados despachó 292 toneladas (cuatro millones de euros) y Bueu y Cangas 136 y 153 toneladas, respectivamente (algo menos de dos millones de euros).

Así trabajan los Gardacostas de Galicia

Así trabajan los Gardacostas de Galicia Manuel Méndez

Pero en este caso tales pescadores también se comportan como furtivos y se convierten en ilegales, ya que optan por consumir o despachar ese centollo en lugar de devolverlo al mar, a la espera de que finalice la veda y comience la campaña oficial de extracción.

En definitiva, que a las puertas de una nueva temporada de pesca de centollo en Galicia –empezando siempre por las provincias de Pontevedra y A Coruña– cobran protagonismo esos que, como se explicó en tantas ocasiones, se conocen como “furtivos legales”, aunque parezca un contrasentido.

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Subasta en la lonja: Asturias eleva el precio del centollo de O Grove hasta los 25 euros el kilo, su tope este año Manuel Méndez

Baste recordar que el “furtivo legal”, que no tiene nada que ver con el furtivo profesional, el vacacional, marginal, recreativo o el doméstico, es todo armador o tripulante que aprovecha los permisos de explotación y demás autorizaciones para capturar ejemplares de talla inferior a la permitida o en veda.

Topes, zonas y horarios

Como también el que supera los topes máximos de captura y/o aquel que recoge el producto en zonas prohibidas o al margen de los horarios autorizados.

Un decomiso de centollo a manos de Gardacostas. FdV

Son, en definitiva, miembros del propio sector pesquero profesional que venden sus capturas sin pasar por lonja y, desde luego, sin respetar el trabajo de sus compañeros de actividad.

Que nadie se extrañe, por tanto, si a partir de ahora, y hasta que finalice la veda del centollo, empiezan a surgir noticias sobre intervenciones de Gardacostas de Galicia, e incluso de Policía Autonómica o Guardia Civil, dando cuenta del decomiso y/o incautación de centollo y útiles empleados en su extracción ilegal.

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