Los representantes de las cofradías de pescadores gallegas y la Consellería do Mar pactaron que la veda del centollo arranque el día 19. Será entonces cuando puedan venderse las últimas capturas en lonjas con subasta los sábados, como sucede en Vigo, ya que los aparejos dedicados a este preciado recurso se largarán y levantarán por última vez el 18.
Desde entonces el considerado por muchos como “rey de los mariscos” desaparecerá de los puertos, lonjas, mercados y restaurantes, salvo que se pesque y comercialice de manera ilegal.
Regresará a tierra el 8 de noviembre
Así, recuperándose, permanecerá hasta el domingo 7 de noviembre, cuando la flota podrá zarpar de nuevo desde los diferentes puertos para largar los tradicionales miños y empezar a vender los crustáceos de la nueva temporada al día siguiente.
Una temporada que el sector desea que sea tan buena como la que ahora agoniza, ya que los resultados aportados por las diferentes lonjas a la Consellería do Mar, aún provisionales, demuestran que ha sido una de las mejores campañas que se recuerdan.
Un balance altamente positivo: 640 toneladas y 6 millones de euros
Y es que, desde el pasado mes de noviembre, cuando comenzaba la temporada del centollo en la comunidad, se despacharon cerca de 640 toneladas de este producto por importe de unos seis millones de euros, frente a las 388 toneladas y los 4,3 millones de euros obtenidos en la campaña precedente.
Como siempre y como ya se avanzaba hace un mes, cuando FARO animó a los consumidores a aprovechar la recta final de la temporada, O Grove ha sido el puerto con mejores ingresos por esta especie, que goza aquí de una marca de calidad propia que lo diferencia del resto.
“Hemos obtenido unos resultados que ninguno podíamos imaginar, teniendo en cuenta los confinamientos, el cierre del canal Horeca y otros factores”
La referencia de O Grove
La rula meca no es la que más cantidad despacha (en esta ocasión se quedó en 75 toneladas), pero sí la que mayores beneficios obtiene, con más de un millón de euros.
Esto demuestra las buenas cotizaciones del centollo grovense, que pasa por ser el de mayor calidad o, al menos, el mejor seleccionado por los marineros antes de ser trasladado a tierra firme para su venta.
Buen comportamiento en Vigo
Junto a este puerto hay que destacar el buen comportamiento obtenido en esta campaña por el de Vigo, con unas cien toneladas de centollo que generaron 875.000 euros, después de marcar topes, en vísperas de Navidad, de hasta 50 euros por kilogramo.
Igual de importante es el balance provisional que arroja la lonja arousana de Ribeira, con 87 toneladas de centollo y unos ingresos de 960.000 euros; mientras que la de A Coruña, otra de las dominadoras cuando se trata de esta especie, se acercó a las 150 toneladas y a los 880.000 euros.
Cambados, Cangas y Bueu
A más distancia se sitúan otros puertos “centoleiros” como Cambados y Cangas, con 17 y 19 toneladas, respectivamente, vendidas por 150.000 y 243.000 euros, mientras que Bueu se quedó en casi 13 toneladas y 136.000 euros.
Podrían citarse otros muchos ejemplos, pero todos llevan a concluir que la campaña del centollo que agoniza ha resultado fantástica para los intereses de la flota de enmalle.
Antonio Otero: "Podemos darnos con un canto en los dientes"
No cabe duda de que ha sido “un año de centollo”, lo cual tiene mucho que ver con la disminución de una especie depredadora tan importante como el pulpo. Como consecuencia, “hemos obtenido unos resultados que ninguno podíamos imaginar, teniendo en cuenta los confinamientos, el cierre del canal Horeca y otros factores”.
Quien así se pronuncia es Antonio Otero, uno de los pescadores de centollo más experimentados, como tripulante y armador del barco “Chapeliño”, y también patrón mayor de la cofradía de pescadores más importante para esta especie, la de San Martiño, con sede en O Grove.
“Ha sido una campaña espléndida, como si no existiera la pandemia ni ninguno de los problemas de comercialización que ha generado”, reflexiona este pescador.
Lo hace antes de sentenciar: “Podemos darnos con un canto en los dientes, ya que ha sido un año de abundancia y los precios no se han desplomado como nos temíamos y como parecían apuntar las primeras subastas de la campaña, sino que aumentaron a medida que se acercaba la Navidad y se mantuvieron después en niveles significativos”.
