El BNG de Catoira dice haber detectado un “atentado ecológico”. Lo sitúa en el entorno de Portocanles y lo achaca al “tándem Caamaño-García”, en alusión al líder del PP en la oposición municipal, Iván Caamaño, y al alcalde, el socialista Alberto García.
Es Xoán Castaño, el portavoz de los nacionalistas vikingos, el encargado de alertar de esta situación y mostrar imágenes de un regato en el que se aprecia la existencia de vertidos.
Lo hace para denunciar públicamente que “para solucionar los problemas de la red de alcantarillado en el tramo de Camiño do Busto a Portocanles, al tándem García-Caamaño no se le ocurrió otra cosa que canalizar las aguas de esa red hacia el río Catoira”.
Malos olores
De este modo, aduce el BNG, se ha generado un problema que “están sufriendo los vecinos”, destacando el hecho de que se registran “malos olores en muchos momentos del día”.
Parece ser que esos vecinos advirtieron de la situación generada a los representantes nacionalistas en la Corporación, quienes ahora aprovechan las quejas para decir que el gobierno catoirense “no tiene la más mínima sensibilidad ni compromiso medioambiental”.
Y no solo eso, sino que “lo único que realmente sabe es llenar de asfalto todo lo que pisa, manteniendo abandonados servicios municipales como la red de saneamiento”.
El BNG, que asegura que ya se produjeron situaciones similares con anterioridad, considera que lo sucedido es algo “gravísimo”.
