Tan características como las sardinas, el pan de maíz y las propias hogueras, las hierbas de San Juan no pueden faltar a la fiesta del solsticio de verano.
Cuidadosamente seleccionadas en la huerta, el monte y el viñedo, o bien adquiridas en plazas de abastos y mercados, estas plantas se ponen a remojo y, según la tradición, sirven para lavar cuerpo, alma y espíritu, espantando a las meigas, que “habelas hailas”, y contribuyendo a iniciar una nueva etapa libre de plagas y pestes, que también las hay.
Su precio no varía desde hace años, manteniéndose en torno a 1,5 o 2 euros por manojo, dependiendo del tipo de flor elegida y la cantidad de hierbas introducidas en el lote.
Así podía comprobarse esta mañana en el mercado de Vilagarcía, y particularmente en puestos como los de la vilagarciana Charo Cores, la vilanovesa Rosa Alonso y Pili, una vecina de Corvillón (Cambados) situada a las puertas del mercado de la verdura, en cuyo interior también había numerosos lotes disponibles.
La hierba de San Juan propiamente dicha o hipérico, el helecho macho, hinojo (fiuncho), malva, hierba Luisa, romero, codeso, laurel, sauco y nogal son algunos de los ingredientes de esta “pócima” mágica que sigue elaborándose en muchos puntos de Galicia, y especialmente en el rural.
Al igual que se emplean rosas silvestres y las hojas de vid, higuera y otras plantas capaces de conferir propiedades casi milagrosas al agua de San Juan, que comparte protagonismo con otros muchos rituales especialmente indicados para la que es, supuestamente, la noche más corta del año.