El acuícola es un sector en auge no solo en Galicia, sino en todo el mundo, de ahí la importancia de su flota, que en la comunidad se eleva a 1.271 embarcaciones, es decir, cinco menos que en enero de 2019 y veinte menos de las que había en el año 2016.
En este subcenso se incluyen tanto las planeadoras o pequeñas embarcaciones que emplean los parquistas de Carril, como esos barcos –cada vez más grandes y seguros– que manejan los bateeiros para cultivar mejillón en los parques de cultivo flotantes repartidos por las rías de Arousa, Vigo, Pontevedra, Baiona, Muros–Noia y Ares–Betanzos.
Estos últimos barcos representan la mayor parte de las 1.271 naves auxiliares de acuicultura censadas en Galicia a día de ayer, nada menos que 1.120 de ellas registradas en las Rías Baixas.
Dominio absoluto
De forma más detallada puede resaltarse que 886 de esas embarcaciones de apoyo a la acuicultura pertenecen a puertos arousanos, localizándose otras 114 en los bañados por la ría viguesa, 86 en la pontevedresa y 34 en la más alta de las Rías Baixas, la muradana.
Para entender mejor la importancia de las Rías Baixas en esta materia, baste decir que frente a los datos expuestos únicamente puede situarse la zona de A Coruña–Ferrol, ya que tiene inscritos 127 barcos auxiliares, entre otras razones debido a la actividad bateeira en Sada.
Las Rías Altas
Pero es que en las demás zona, es decir, Fisterra, Costa da Morte, Cedeira y A Mariña la suma de barcos auxiliares de acuicultura resulta insignificante, con apenas una veintena de naves.
Puerto a puerto
Al analizar su presencia puerto a puerto, hay que resaltar al de A Illa, con 156 naves censadas; seguido muy de cerca por O Grove, con 142; y el de Cabo de Cruz (Boiro), con 132 embarcaciones auxiliares de acuicultura.
Pero hay otros muchos en los que encuentran refugio, como es el caso de A Pobra do Caramiñal (78), Aldán–Hío (19), Bueu (37), Cambados (47), Redondela (10), Cangas (22) y Sada (11).
También están Combarro (23), Moaña (58) e incluso Vilaxoán (Vilagarcía), un puerto importante en cuanto a descargas de mejillón en el que están “empadronadas” 39 embarcaciones auxiliares de acuicultura.
Eso sin olvidar a otros como Muros, con 25 naves, Vilanova de Arousa, con 83, y al antes aludido muelle carrilexo, con 71 naves auxiliares.
Barcos más seguros y modernos que facilitan el cultivo en las bateas
Al analizar la situación de la flota auxiliar de acuicultura en Galicia se observa que el número de naves se mantiene prácticamente igual en los últimos años, pues si bien es cierto que algunas se dieron de baja, también lo es que en el últimos años se han construido barcos nuevos.
Sobre todo por parte de los bateeiros, que buscan así una herramienta mucho más cómoda y segura con la que poder realizar las tareas de cultivo de mejillón e incluso tratan de potenciarlas para sacar mayor rendimiento a sus viveros.
Sirva como ejemplo el caso del grovense Diego Portela, que el pasado mes de agosto estrenaba el “Jocar Tres”, un moderno y espacioso barco mejillonero dotado de los últimos avances tecnológicos e inspirado en la sostenibilidad de la actividad acuícola y medioambiental.
Ya operativa, es, como se explicó entonces, una embarcación provista de hélices de tres palas en proa y popa, lo cual le otorga una gran maniobrabilidad. Está preparada para cinco tripulantes y tiene una capacidad en cubierta de 41 toneladas.
Junto a este barco de 22 metros de eslora y 7 de manga se botaron este mismo año otros tan modernos y llamativos como el pesquero “Los Jaimes”, con puerto base en Fisterra. También se construyó el “Segundo Nogueira”, un catamarán destinado al cultivo de mejillón con puerto en Vilanova. Son solo algunos ejemplos de la renovación introducida en la flota pesquera y acuícola de la comunidad gallega a lo largo del presente ejercicio.
Un mar de aparejos para todo tipo de especies
Disponer en Galicia de 4.318 embarcaciones autorizadas para la pesca y el marisqueo da lugar al empleo de todo tipo de artes o aparejos, tanto dentro como fuera de las rías.
Puede decirse, por ejemplo, que 2.514 embarcaciones tienen autorización para marisqueo a flote, mientras que 913 están autorizadas para el uso de “miños”, las populares redes que se usan, sobre todo, para la captura de centollo.
Son casi los mismos que tienen permiso para el empleo de trasmallos (996), a los que se suman 492 con licencia para la recolección de percebe y 182, para el erizo de mar.
Al analizar el papel que desempeña la flota de bajura también puede destacarse que 234 de los barcos tienen permiso para la captura de navaja y longueirón, al igual que hay un centenar capacitados para arrastre de fondo.
No faltan 69 embarcaciones para la recogida de algas, 1.212 que pueden ser despachados para el manejo de nasa de pulpo y 2.380 que pueden largar las nasas de nécora y camarón.