La pintora pontevedresa María Gil Martínez expone estos días su obra en Meaño. Lo hace en el Pazo de Lis, una muestra que se puede visitar hasta el 18 de septiembre, de martes a sábado en horario de 18,30 a 20,30 y el domingo de 11 a 14 horas.
Balo el título "Corpo Crecente" la exposición reúne 17 cuadros centrados en el cuerpo femenino, en los que prima el desnudo, mostrado sin complejos y sin sexualización, y con el objetivo de "visualizar el mundo de la mujer, que somos la mitad del planeta". Un homenaje, además a las mujeres que marcaron su vida, madre, abuelas y Concha, "que fue la segunda madre que nos crió cuando éramos pequeñas, ella nos hacía la comida, nos educaba y nos trataba con amor".
Los suyos en la muestra son cuadros concebidos sobre papel y lienzo, trabajados con técnica de óleo, acrílico, carboncillo y lápiz, y en los que varía el formato, si bien moviéndose más en el cuadro de tamaño pequeño, unas veces discretos, pero que invitan siempre a la reflexión sobre la mujer y su mundo. Son 17 piezas que integran la que es su primera exposición individual al uso, y que son fruto de una colección de años, más otras creadas para la ocasión este mismo verano. Entre estos últimos, una pieza singular que rompe moldes, una instalación creada con hojas de libros de familia y registro de los años 40 y 50, y que María Gil explica: "La concebí -afirma- como un homenaje a mi abuela Elena, que era portuguesa de nacimiento y que, con mi abuelo, se asentaron los dos en Galicia, y que son hojas todas ellas de documentos originales de mi abuela".
