El Bollo Pascual de San Gregorio ostenta el récord Guinnes por incorporar más de 6.000 huevos asados al horno que ayer fue insuficiente para los cientos de comensales que se dieron cita en la comida campestre que pone término a tres espectaculares días de fiesta.

La comisión organizadora sabía de antemano que en esta edición se iban a superar las previsiones de otros años y encargó trescientos kilos más de churrasco para completar el menú en un día espectacular.

"Hemos asado mil kilos de costilla de cerdo desde las nueve de la mañana", asegura Luis Vázquez, vicepresidente de la asociación cultural San Gregorio que organiza el banquete.

El buen tiempo reinante fue lo que motivó la avalancha de público. "Hace días que sabíamos que iba a hacer bueno por lo que decidimos ser previsores y encargar más carne". Y más que hubiera pues ya a las once y media de la mañana había gente dispuesta a devorar la costilla asada, pues los fogones empezaron a arder a las nueve de la mañana y a esa hora ya empezaba el aroma.

Sin embargo no les quedó otro remedio que esperar. Antes de colocar las mesas iba a celebrarse la misa de campaña y la procesión con el santo acompañado por la Virgen del Carmen y Santa Margarita a las que los vecinos profesan gran devoción y las acompañan hasta el cruceiro.

Con este acto se pone fin a las fiestas de Semana Santa de Paradela que han tenido su epicentro en la Pasión Viviente declarada de Interese Turístico Galego y que este año ha contado con la dirección de una profesional para ganar vistosidad.

Y como en Paradela todo se hace a lo grande, la organización reconoce que este año hubo una verdadera avalancha de público desde el pasado viernes pues han contratado a las mejores orquestas del momento.

"Empezamos por la Panorama y Pontevedra que llenaron el recinto el viernes y tuvimos a la Paladium y la Compostela, y cerramos con el Trío la Noche", explica este portavoz de la comisión.

El ambiente así lo reflejaba. El Campo da Boca se convirtió en un recinto festivo de gala con cientos de vecinos que han disfrutado de un gran ambiente durante todo el fin de semana, con actividades para todos los gustos y edades.

La presencia de todo tipo de carruseles, las exhibiciones de zumba por parte de Mulleres Ruráis, la actuación de distintas charangas y los puestos de feria animaron a los cientos de asistentes.

El ambiente se podía adivinar al pie de la carretera con coches aparcados hasta altas horas de la madrugada para disfrutar de una fiesta que no iba a defraudar a nadie: La única pena es que el molde del bollo no se pueda aumentar en próximas ediciones.