El largo y penoso camino de la pousada de Ribadumia hacia su legalización está a punto de llegar a su meta. La junta de gobierno que preside el alcalde ribadumiense, David Castro, acordó en su última reunión, la legalización de la obra y la licencia de primera ocupación.

De modo que ahora solo falta que la Diputación y la empresa concesionaria de las pousadas pongan en marcha el edificio hotelero.

La de Ribadumia es una de las cuatro pousadas construidas por la Diputación en la época de Rafael Louzán como presidente provincial. Pero no llegó a abrir nunca, salvo como escenario para el rodaje de una serie sobre narcotráfico.

Los actuales gobiernos de la Diputación y del Ayuntamiento de Ribadumia argumentaron siempre que la obra que habían heredado era auténtica chapuza desde el punto de vista urbanístico y administrativo, y que sería ilegal autorizar su apertura como hotel.

El proceso de puesta a día de las instalaciones ha durado más de tres años, y el Ayuntamiento le acaba de conceder finalmente los dos permisos que le faltaban.Las irregularidades

Según explicó hoy la administración local a través de un comunicado, el edificio tal y como lo recibieron era ilegalizable porque se construyeron plantas que no figuraban en el proyecto inicial, "como la planta semisótano que une el edificio de la pousada y el centro deportivo y de ocio, o la planta baja cubierta para la terraza del comedor y servicios".

El equipo de Castro añade que "asimismo, se corrigió la ocupación hecha en su día de forma irregular al estar el jardín de la pousada construido ocupando parte del vial número 4 y terrenos de la Iglesias".

La pousada se construyó en unos terrenos cedidos por la Iglesia a cambio de que la Diputación urbanizase el entorno, mediante la dotación de servicios, la construcción de aceras y la instalación de las redes de saneamiento y de abastecimiento de agua hasta la carretera EP-9305.

Pero según los nuevos rectores de la Diputación y del Concello, las administraciones públicas no habían cumplido sus compromisos en época del PP, por lo que abrir la pousada sería el equivalente a romper lo acordado con la Iglesia, con las consecuencias jurídicas que eso podría conllevar.

En este sentido, la Diputación prevé sacar a licitar en los próximos días la urbanización de las calles 1 y 4 del polígono de Santa Baia, con un presupuesto aproximado de 250.000 euros.

El Concello de Ribadumia termina diciendo que el coste de la obra de la pousada pasó de tres a cinco millones de euros durante la época del PP, y que la actual Diputación tuvo que gastar otros 15.000 para redactar el expediente de legalización.

Sobre esto, afean a la portavoz conservadora, Salomé Peña, que votase a favor del expediente "cuando siempre defendió que el edificio era legal".