Los delfines de Risso también se diferencian por su coloración, que varía con la edad. Las crías presentan tonos grisáceos que cuando ya son juveniles se tornan marrones y achocolatados, mientras que en edad adulta -cuando pueden llegar a medir unos cuatro metros de largo- pierden esa coloración en favor de un gris pálido, casi blanco, permaneciendo oscuras durante todo su ciclo de vida solo las aletas.

Esa pigmentación gris blanquecina puede hacer confundir a los adultos con las belugas ( Delphinapterus leucas), que sin embargo no poseen aleta dorsal. El que sí la tiene es el delfín mular, y por tanto desde cierta distancia puede confundirse también con el calderón gris. Pero de cerca no hay duda alguna, ya que el arroaz o delfín mular posee un pico que no tiene el de Risso.