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Servicio de abastecimiento

El consumo de agua potable en O Salnés se dispara a niveles propios del mes de agosto

Sanxenxo ha recurrido al suministro desde Pontevedra para evitar problemas en la red que surte al resto de la comarca -La Mancomunidade, por el momento, no teme que se registren problemas importantes

El consumo de agua potable en O Salnés se dispara a niveles propios del mes de agosto

Las altas temperaturas y el incremento del número de turistas que se experimentó el pasado fin de semana ha puesto en alerta a la Mancomunidade de O Salnés al ver como la capacidad de la vetusta Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Treviscoso volvía a ponerse al límite. Durante este fin de semana se han alcanzado consumos muy similares a los que se registran en agosto, con datos superiores a los 28 millones de litros diarios de agua, una cifra muy superior pues casi triplica la capacidad que tiene el único depósito de cola que existe en Treviscoso, que es de tan solo diez millones.

En previsión de lo que se venía encima, en la última junta de alcaldes de la Mancomunidade, se aprobó que Sanxenxo recurriese al suministro de agua desde la red de Pontevedra, garantizando el agua al resto de municipios integrados en la red. De hecho, este mismo fin de semana, Sanxenxo recurrió en un 70% de su consumo a Pontevedra, mientras que el restante 30% salió desde las instalaciones de Treviscoso, en la parroquia vilanovesa de Tremoedo.

Aunque preocupante, desde la Mancomunidade se afirma que no existe riesgo de que se registren restricciones de agua por el momento. Así lo reconoce el gerente de la entidad, Ramón Guinarte, al apuntar que "la planta de Treviscoso está manteniendo el tipo pese a encontrarse al límite de su capacidad; es algo que ha conseguido en los últimos años, aunque su antigüedad y la capacidad mínima del depósito nos han llevado a solicitar a la Xunta que actúe cuanto antes en su ampliación".

Guinarte reconoce que desde la Mancomunidade "éramos conscientes de que este fin de semana iba a ser problemático en lo que a consumo de agua se refiere, por eso en una junta de alcaldes decidimos pedir a Sanxenxo que recurriese a su conexión con Pontevedra y liberase la de la comarca". No en vano, continúa Guinarte, "este fin de semana, además de las temperaturas espectaculares, hemos tenido una ocupación cercana al 100% en los establecimientos hoteleros de la mayor parte de los municipios, motivo que ha disparado los consumos hasta niveles de un fin de semana de agosto".

Las cifras de consumo del pasado verano fueron las más espectaculares de la historia, pero podrían quedarse pequeñas si continúa el crecimiento exponencial que se ha registrado en este mes de junio. El pasado año, solo del río Umia, la comarca arousana gastó en los dos meses principales del verano sobre 1.520 millones de litros, una cifra que pulverizó los 1.440 millones que se consumieron en 2015. En el caso de remontarse a datos de 2001, el crecimiento es más que evidente, ya que en el verano de aquel año se consumieron en la comarca de O Salnés 558 millones de litros, un volumen que no alcanza a cubrir las necesidades de un mes normal de verano en la actualidad.

Según los datos de la Mancomunidade sobre el pasado verano, O Grove es el concello que más abastecimiento demanda en verano, y su consumo del pasado agosto fue de 260 millones de litros. Cambados, por su parte, usó 111 millones, y Vilanova 101. Las cifras, a partir de ahí, son mucho más bajas. Ribadumia, por ejemplo, consumió 52 millones de litros de agua en agosto, A Illa, 51, Meaño, 36 millones, y Meis, 18. En este último caso, hay poblaciones que se abastecen de redes vecinales diferentes.

El caudal del Umia es menor que en años anteriores, aunque por el momento tampoco esto está suponiendo un problema para las captaciones de agua que la Mancomunidade y concellos como el de Vilagarcía tienen en ese cauce.

De todas formas, los datos de la Xunta indican que el caudal medio del agua en el Baixo Umia, a su paso por Ribadumia, es de 3,75 metros cúbicos de agua por segundo, una cifra muy inferior a la que se registraba hace muy poco tiempo, después de las últimas lluvias, en las que se elevaba hasta más de 9,5.

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