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Un homenaje de justicia a Gómez Carrillo y Valle Inclán

El autor guatemalteco amigo de Valle escribió sobre Vilagarcía y en 1912 fue declarado "Hijo adoptivo" por el pleno

Francisco Padín Cardalda propuso al pleno la distinción. // Cedida

La vinculación de Vilagarcía de Arousa con el escritor universal Ramón del Valle Inclán ha llevado al departamento municipal de Cultura, dirigido por Sonia Outón, a participar en diversos actos conmemorativos. La efemérides es el 28 de octubre, pero todo este año y parte del próximo se dedica a su vida y obra. Una de las propuestas que estudia la concejala vilagarciana es la celebración de una exposición, combinada con conferencias y otros actos, para poner en valor la relación de amistad de Valle Inclán con el periodista Alfredo Vicenti y el escritor y diplomático guatemalteco Enrique Gómez Carrillo. Las visitas de los tres a Vilagarcía, donde pasaban temporadas, llenaron la vida social y cultural de esta localidad a principios del siglo XX.

La historia de estas amistades fue documentada por el vecino de Vilaxoán Teo Cardalda Fernández y Javier del Valle Inclán-Alsina, nieto del ilustre escritor, en un trabajo de investigación sobre la vida y obra del autor vilanovés. Hoy ambos pretenden hacer justicia no solo con un homenaje al genio y figura de Valle Inclán, sino a otros dos intelectuales de su época. En especial, quieren rescatar del "olvido" la figura de Gómez Carrillo, quien conquistó a la sociedad vilagarciana de principios del siglo pasado hasta el punto de ser declarado por la corporación municipal de Vilagarcía "Hijo adoptivo".

Valle Inclán y Gómez Carrillo se conocieron en Madrid, donde el compostelano Alfredo Vicenti dirigía el periódico El Liberal. A través de sus amigos gallegos el diplomático y escritor guatemalteco, nacido en Tegucigalpa en 1873, conoció Galicia, la ría de Arousa, y en especial Vilagarcía.

La cafetería del Hotel Moderno, ubicado en la intersección de las calles Rey Daviña, A Baldosa y Valentín Viqueira (del que hoy se conservan solo las paredes exteriores) fue testigo de las terturlias literarias en las que participaban los tres amigos.

Enrique Gómez Carrillo se confesó un enamorado de Vilagarcía, ciudad a la que dedicó una de sus crónicas de viajes.

Así describía a esta localidad: "Es la más linda villa del mundo. suavemente recostada en las márgenes de la ría de Arosa, que es una taza de esmalte ante cuya belleza los lagos italianos palidecerían, diríase, con sus casitas blancas y sus alamedas verdes, una estación de voluptuoso descanso".

El escritor guatemalteco exponía en su artículo que "Villagarcía no solo es muy bella, muy bella, sino que además parece muy frágil, muy ligera, muy incapaz de todo esfuerzo. Su atmósfera es tan transparente, su cielo tan puro, su playa tan dorada, que formalmente diríase un juguete de Sajonia en un plato de Sévres. Pero todo esto es la apariencia. La realidad es otra, y es muy otra. ¡Como que se trata de la ciudad más importante del mundo, así cual os lo digo, sin exageración ninguna! Considerad, en efecto, que sus habitantes no pasan de cuatro mil, Y ahora decidme si conocéis una villa tan pequeña que tenga lo que esta tiene, que produzca lo que ésta produce, que trabaje lo que ésta trabaja. En primer lugar, como es un oficio el periodismo, os diré que en Villagarcía hay un periódico diario, no tan importante como The Times, claro está, pero tampoco tan dejado de la mano de Dios que no pudiera figurar honorablemente en Madrid..."

En su relato sobre este municipio Gómez Carrillo expuso que: "Es cierto, en todo, Villagarcía, es grandiosa. Sus oficinas de telégrafo se cierran a las doce de la noche, lo que en París (ciudad donde también vivió) no se ha podido conseguir aún. Sus bazares, son dignos de una gran capital. Sus tiendas están llenas de objetos de lujo. Sus fotografías son casi tan numerosas como sus imprentas. Sus hoteles, que son diez o doce, todos tienen una mesa admirablemente servida. ¡Y qué decir de los cafés!..."

Las excelencias sobre esta villa manifestadas en dos de sus libros de viajes demostraron el amor del escritor guatemalteco hacia Vilagarcía, lugar donde incluso se planteó comprar una casa, según exponen en su trabajo Cardalda Fernández y del Valle Inclán-Alsina.

Los investigadores rescataron del olvido documentos que demuestran que Enrique Gómez Carrillo amaba a Vilagarcía, y que los vilagarcianos de su época también le demostraron su afecto.

De hecho, en 1912 Francisco Padín Cardalda, que fue abuelo de Gonzalo Bouza Brey, presentó una moción a la corporación municipal para su declaración como "Hijo adoptivo".

En la exposición de motivos de la propuesta manifiesta sobre Gómez Carrillo: "En todas sus publicaciones e inspirados artículos periodísticos, no deja de mentar nunca el nombre de Villagarcía, rindiéndole tributo de admiración y cariño, describiéndonos como él solo sabe hacerlo y colocándonos con tan honrosa propaganda en España y fuera de España, entre las poblaciones más culturales y más bellas. Esta labor suya y este cariño a Villagarcía, es justo y noble reconocerlos y agradecerlos con algún acto que exteriorice estos sentimientos por parte de la Corporación como representante genuina del pueblo".

En el pleno del 20 de diciembre de 1912 Enrique Gómez Carrillo fue declarado "Hijo adoptivo" de Vilagarcía. Posteriormente, cuando el escritor guatemalteco regresó a la localidad fue homenajeado con una comida en su honor.

Hoy, esta historia de amor entre el diplomático e intelectual nacido en Tegucigalpa y la localidad vilagarciana está prácticamente olvidada para sus vecinos. No existe una calle que lleve su nombre y pocos saben de su existencia y del título que se le concedió a principios del siglo pasado.

Recuperación de la memoria

Teo Cardalda Fernández y Javier del Valle Inclán-Alsina consideran que la conmemoración del 150 aniversario del nacimiento de Ramón del Valle Inclán es una buena excusa para sacar del olvido la figura de Gómez Carrillo. Por ello presentaron un proyecto ante la Concejalía de Cultura de Vilagarcía, que está valorando Sonia Outón para ejecutarlo en el último trimestre de este año o a principios de 2017.

La exposición del material recogido en los últimos años sobre los tres intelectuales y sus visitas a Vilagarcía en los primeros años del siglo XX, así como fotografías y documentos, que podrán reproducirse en paneles es uno de los proyectos. Pero también plantean que, coincidiendo con la exposición, se lleven a cabo charlas y conferencias sobre la figura de los tres escritores; ciclo al que esperan que se pueda invitar al embajador o algún diplomático de Guatemala.

Otra de las propuestas es que el Concello de Vilagarcía de Arousa designe una de sus calles o plazas con el nombre de Enrique Gómez Carrillo, poniendo en valor aquel acuerdo plenario que ya cuenta con más de cien años, que lo nombró "Hijo adoptivo".

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