La reordenación del tráfico elaborada por el Ayuntamiento de Vilagarcía para el centro de la ciudad ya está en marcha. Desde ayer los vehículos no pueden circular por el último tramo de Arapiles ni por el que quedaba abierto al tráfico de Ramón y Cajal, una calle que ahora queda totalmente peatonalizada. Otro de los cambios es que los vehículos que circulen por Juan Carlos I en dirección a San Roque podrán girar a la derecha hacia Gumersindo Nartallo, una maniobra muy recurrida antes de la reordenación del tráfico pero que suponía una infracción al existir el riesgo de colisionar con los coches que transitaban por Ramón y Cajal. Debido a que todavía quedan conductores "despistados", desde Ravella anuncian que durante el fin de semana la Policía Local realizará rondas por la zona para informar de los cambios.
El gobierno local ha impulsado esta remodelación por razones de movilidad y seguridad. Aunque esta primera fase se limita a la peatonalización, la intención del Ejecutivo liderado por Tomás Fole es humanizar la zona para adecuarla a la estética del entorno por el que ya no circulan automóviles.
Los coches que procedan de la plaza de la Independencia y se incorporen a Arapiles podrán continuar hasta Duque de Rivas, por donde tendrán que pasar de forma obligatoria, desembocando en Gumersindo Nartallo, que mantiene su dirección. Solo los vehículos de carga y descarga y los usuarios de los garajes están autorizados a circular por el último tramo de Arapiles y por Ramón y Cajal. Una vez en este último vial queda vetada la salida a Juan Carlos I -antes sí- y hay que continuar por Gumersindo Nartallo. Para ello los conductores tienen que dar un giro de unos noventa grados que a algunos camioneros ya se les ha atragantado.
Para informar de los cambios a la ciudadanía, el Ayuntamiento distribuyó en los últimos días un folleto en el que se indican dichas modificaciones mediante un buzoneo en todas las viviendas y bajos comerciales del barrio. Con todo, el miércoles por la tarde, cuando los operarios comenzaron a realizar labores de pintado de la señalización horizontal, no fueron pocos conductores los que se sorprendieron de los cambios. Hay que tener en cuenta que personas que circulan por esa zona, en pleno centro, no tienen por qué ser residentes ni empleados de los negocios que tienen en el entorno de la plaza de la Independencia su actividad.
De ahí que el Concello haya decidido que agentes de la Policía Local patrullen las calles en las que se han efectuado los cambios para informar a los conductores. Durante estos primeros días no se multará a los vehículos.
Para los peatones también se han establecido mejoras para su seguridad. Al permitir la incorporación a Gumersindo Nartallo desde Juan Carlos I, el Concello ha pintado un gran paso de cebra justo en la entrada de la calle que da continuidad a la acera.
Como consecuencia de la prohibición de circular por una parte de Arapiles y Ramón y Cajal, quedan anuladas las plazas de aparcamiento de sendas calles.
