El gobierno local no adoptó las medidas preventivas necesarias para paliar la contaminación acústica que los conciertos de las fiestas de la Peregrina de 2009 provocaron en las viviendas de la plaza de A Ferrería. Así lo ha dictaminado el titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Pontevedra, que admite en parte el recurso formulado en su día por la comunidad de propietarios del edificio número 8 de la citada plaza, un inmueble cuya fachada quedaba oculta cada verano por el amplio escenario que se instalaba para los recitales musicales.

El resumen de la sentencia fue desvelado ayer por la concejala de Fiestas, Anxos Riveiro, tras ser analizada por la junta de gobierno. La edil añadió que el juzgado desestima, en cambio, otras peticiones de los afectados, entre ellas una indemnización de 84.000 euros por daños y perjuicios. Pese a que no tendría que desembolsar ese dinero, ni tampoco se decretó una suspensión de las fiestas (entre otras cosas porque hace año y medio que se celebraron) el gobierno local ha decidido recurrir el fallo, al entender que la ordenanza municipal de ruidos excluye de la adopción de medidas preventivas a los eventos festivos de índole general, como las fiestas de verano.

La contienda judicial de los propietarios de A Ferrería 8 contra las molestias de los conciertos en la plaza comenzó en 2008, pero entonces no lograron ninguna victoria judicial al centrarse en los efectos estéticos del escenario. Al año siguiente volvieron a la carga, con el añadido de loa ruidos, que es lo que ahora se admite. Ya en 2010 el concello no tiene constancia de un tercer recurso. El pasado verano, los conciertos se celebraron en su mayor parte en la plaza de España, si bien A Ferrería acogió en julio el Festival de Jazz, que se mantendrá en ese escenario.