Se puso violento intentando robar en una librería y las víctimas reaccionaron con determinación. Del almacén salieron la hija de la dueña y una amiga pertrechadas con escobas. El ladrón, Daniel S. G., de 38 años, fue expulsado del local sin botín alguno. Al salir perdió un llavero característico que sirvió para su identificación, pues el día anterior un policía lo detuvo por otro robo y se fijó en el detalle. La magistrada del Penal 1 de Ourense condena al asaltante a 2 años de prisión, como autor de un delito en grado de tentativa de robo con intimidación en local abierto al público durante las horas de apertura.

La pena está condicionada por la agravante de disfraz -el individuo reconoció haber entrado en el establecimiento con una media en la cara-, pero la circunstancia se compensa con la atenuante de drogadicción admitida por la juez. Ninguna responsabilidad civil se impone -al no existir botín-, en una sentencia que no es firme, puesto que todavía admite recurso de apelación ante la Audiencia Provincial.

Sujetó y zarandeó a la dueña

Los hechos son del pasado verano. A las 19.30 horas del 12 de agosto de 2016, el acusado entró con una media negra tupida en la cara y advirtió a la propietaria de que se trataba de un atraco. El individuo avanzó hacia ella, la sujetó por el cuello y la zarandeó. La víctima se puso a gritar, alertando a su hija y una amiga, que estaban en la trastienda. Cuando las testigos vieron que el hombre tenía agarrada a la dueña, cogieron unas escobas y las utilizaron para echar al ladrón sin que se llevara nada.

Al abandonar el establecimiento, el acusado se quitó la media y se le cayó un llavero con las letras DO, tres llaves y una pipa de fumar heroína. Cuando los agentes enseñaron fotografías a la librera, la mujer reconoció al sospechoso "sin ninguna duda". Ya la conocía; era un cliente que de vez en cuando acudía a recargar el teléfono móvil. La mujer tampoco vaciló en la rueda de reconocimiento ni el propio día del juicio, celebrado el pasado 2 de febrero. La hija y amiga que recurrieron a las escobas también identificaron al acusado "sin ninguna duda" en la rueda de reconocimiento tras la detención. Asimismo, un agente de la Policía Nacional identificó el llavero como el que portaba Daniel S. G. entre sus objetos personales el día anterior, cuando ya fue detenido como presunto autor de otro robo violento.

Admitió que llevaba la media

La magistrada del Penal Número 1 de Ourense valora el hecho de que las declaraciones de la librera, en sede policial, en la fase de instrucción y en el juicio, "han sido persistentes, firmes y rotundas, sin contradicciones esenciales", además del reconocimiento efectuado por la víctima y las dos mujeres testigos, así como la clave del llavero. Por otra parte, el propio encausado reconoció que había entrado en la librería con la media en la cara y que cuando se iba perdió el llavero. La juez haya pruebas suficientes para tumbar la presunción de inocencia del imputado. Que reconociera su presencia en la librería no basta, según la autoridad, para considerarlo una atenuante de confesión, puesto que la ley establece que es necesario contar la implicación antes de tener conocimiento de que hay un proceso en contra.

Según la última estadística del Ministerio del Interior, relativa a todo el año 2016, en la provincia de Ourense este tipo de delitos -robos con violencia e intimidación- han disminuido un -14,4 % con respecto al ejercicio anterior. Entre enero y diciembre pasados hubo 107 casos. Fueron 80 solo en la ciudad.