Buenos pimientos, buenos vinos y buen verano. Es lo que le deseó el presiente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a los 900 emigrantes gallegos que ayer se reunieron en el concello de Arnoia para celebrar la octava edición de la Xuntanza da Emigración organizada por la Coordinadora Federal das Asociaciones Galegas en Alemaña. Emigrantes ya retornados y otros que continúan viviendo en el exterior compartiendo siete larguísimas mesas instaladas en el pabellón de A Queixeira, justo al lado del recinto en el que se celebra la Festa do Pemento, para compartir un menú típico de las fiestas gallegas e intercambiar impresiones. La infancia, la situación económica aquí y allá y las perspectivas de retorno son los principales temas de conversación en estas reuniones pero ayer todavía más porque Feijóo les informó previamente que uno de sus objetivos es crear en Galicia las condiciones para ofrecer oportunidades de regreso a sus hijos y a sus nietos: "Después de ocho años de recesión y dificultad, estamos empezando a levantarnos otra vez, a salir del pozo y a ver con perspectiva y esperanza el futuro de Galicia y de España", dijo. El problema ahora es la demografía, la pérdida de población cada vez más alarmante. El objetivo señaló Feijóo, es "incrementar población y nosotros podemos hacerlo con gallegos, con hijos y nietos de gallegos; podemos volver a crecer como pueblo sin dejar de ser gallegos y españoles".

Entre la multitud que escuchaba estas palabras estaban cuatro amigos del municipio coruñés de A Baña preocupados por lo contrario, porque sus nietos residentes en Galicia no tengan que hacer la maleta y abandonar el hogar como ellos hicieron hace décadas. Celestino Golán, por ejemplo, se marchó de niño a Suizo. Fueron años muy duros que no quiere que otros tengan que volver a vivir. La Galicia a la que ahora han regresado Hortensia, Berta y Manuel es muy distinta de la que dejaron atrás cuando se marcharon.

En palabras de Feijóo, una Galicia "democrática, de libertades e igualdad social, con una buena sanidad pública, universidades y cuidados para los mayores; una Galicia europea, occidental y americana" gracias, precisamente, a la contribución de los emigrantes, a los que agradeció su contribución. Los gallegos "fueron clave en el desarrollo de America Latina, en el crecimiento de los países de la Unión Europea", y sobre todo, en la ayuda que proporcionaron para el progreso de Galicia a través de remesas de dinero que enviaban durante sus años de trabajo.

También alabó el "valor incalculable" de reuniones como la celebrada ayer por las vivencias que se comparten aunque, reiteró, el mejor momento para un gallego emigrado, "es la vuelta a casa".

En el marco de esta reunión, organizada con la colaboración de la Secretaría de Emigración, la coordinadora federal rindió homenaje al director del Orfeón do Carballiño, Christian Casas Hernández, que con 22 años es el director de coral más joven de Galicia. También fue reconocido el trabajo del presidente de este orfeón, Emilio Rodríguez Álvarez, y el del maestro de acordeón y coralista, Serafín López González. Completa la lista de personas homenajeadas en este encuentro el director de la coral Polifónica de Ponteareas y fundador de la Coral do Centro Galego de Nuremberg, Angel Viro Caamaño.

Feijóo participó en el acto de entrega de estas medallas, presentado por Xosé Manuel Piñeiro y en el que también tomaron la palabra el alcalde de Arnoia, Rodrigo Aparicio y Ramiro Vieito, responsable de la coordinadora federal.