La mujer y compañera sentimental que presuntamente le ayudó en algún delito y solía vigilar, M.I. M.C., de 42 años, ha quedado en libertad con cargos. El presunto responsable de una oleada de 35 robos, un hombre de Avilés (Asturias) con múltiples antecedentes, Alfredo M.J. está ya en prisión. El juez de Instrucción Número Uno, Leonardo Álvarez, -en turno de guardia- decretó ayer su encarcelamiento por una oleada de delitos en viviendas de los alrededores de Ourense -Barbadás, San Cibrao Coles y Pereiro de Aguiar- durante los últimos seis meses. El presunto ladrón, arrestado por última vez en noviembre, ha alegado su estado de drogadicción. Gasta, según indicaron fuentes del caso, 300 euros al día en comprar droga.

Dinero en efectivo, material electrónico fácil de transportar y joyas que lijaban antes de vender en establecimientos de compraventa o intercambiado directamente el botín por estupefacientes en el barrio de Covadonga, el mayor supermercado de la droga de Ourense.

En la que supone la segunda gran operación contra los robos en viviendas de los últimos dos meses, la Guardia Civil de Ourense ha esclarecido un aluvión de delitos en casas habitadas que coincidían en el modus operandi: los hechos se producían durante el día y aprovechando que los propietarios no estaban.

El objetivo, zonas aisladas

En la bautizada como operación "Junghans" -una marca de relojes alemana- la pareja de presuntos implicados fue detenida la madrugada del lunes al martes. La operación rubricaba con éxito seis meses de investigaciones. En la mayoría de los casos , según informaba ayer el instituto armado, los sospechosos empleaban el mismo procedimiento: vigilancias de viviendas para señalar el objetivo, principalmente en zonas aisladas. Cuando los dueños no estaban, presuntamente accedían a los domicilios forzando una puerta o una ventana. Siempre en horario diurno. Se apoderaban de joyas, dinero o material electrónico que resultara fácil de llevar.

Fugas en un coche prestado

El asturiano encarcelado ayer utilizaba, según fuentes del caso, dos vehículos para desplazarse. Uno de ellos era un automóvil prestado que el individuo habría pedido a un tercero para, según la investigación, probarlo antes de comprarlo. El hombre se daba a la fuga de inmediato. Recientemente, tras una alerta en A Valenzá, los agentes llegaron y se encontraron solo a la mujer.