Un sistema de climatización mediante ventanas con cámara de agua, diseñado por las alumnas del colegio Gillelme Brown de Ourense Ana Esteban y Uxía Fernández, ganó el primer premio de Galiciencia 2010, la feria científica organizada por el Parque Tecnológico de Galicia. El proyecto se impuso en la categoría de segundo ciclo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y también fue seleccionado como el mejor trabajo global del certamen, al lograr mayor puntuación que los otros dos ganadores, del primer ciclo de ESO y de Bachillerato.

Paloma Bravo Bueno y Belén Martín de Vicente, del colegio Las Acacias de Vigo, ganaron el premio del primer ciclo de la ESO. Nuria Sánchez Monasterio y Andrea García Sagastibeltza, de La Anunciata Ikastetxea, de Guipúzcoa, se impusieron en la categoría de Bachillerato.

El director general de I+D+i de la Consellería de Economía e Industria, Ricardo Capilla, y el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez, entregaron a cada uno de los integrantes de los tres equipos ganadores un miniordenador portátil. Los ganadores absolutos tendrán a mayores un viaje pagado a una feria científica de ámbito estatal.

El objetivo del proyecto ganador, presentado por Ana Esteban Baloira y Uxía Fernández Bustillo, es encontrar un método mediante el cual se pueda controlar la temperatura de las estancias de una vivienda, usando agua en las ventanas. Para eso se utilizan ventanas con doble cristal, a modo de recipiente, en el que se introduce agua. Dependiendo de la temperatura exterior, del grado de insolación y del color de la tinta que se emplee en el circuito, se puede modificar el confort de la habitación.

El proyecto ganador correspondiente a la categoría de primer ciclo de la ESO, de Paloma Bravo y Belén Martín de Vicente, consiste en la realización de medidas de resistividad de un material, la mina del lápiz, formada por una mezcla de grafito con otras sustancias.

El trabajo del equipo ganador de Bachillerato consiste en un análisis físico, químico y microbiológico del agua del río Zubitxo y de la calidad del paisaje de su entorno. Mediante este proyecto, los autores demostraron que la recuperación ambiental no es una utopía, sino que puede ser una realidad, gracias al esfuerzo y la colaboración de los ciudadanos con el Ayuntamiento de Lezo.

Ana Esteban, con 14 años de edad, explicaba al finalizar el acto que, con su proyecto, intentan "controlar la temperatura de una estancia, introduciendo agua de diferentes colores, en ventanas de doble cristal, y dependiendo de las cualidades de cada color, pasa más cantidad o menos cantidad de calor al interior". Los usuarios de este sistema pueden beneficiarse de la colorterapia para superar "situaciones anímicas bajas o depresiones", con determinadas tonalidades. El tutor, Carlos Pérez, explica que se trata de un "trabajo muy divertido, al añadirle colorantes al agua, con lo que consiguieron en sus habitaciones un efecto de colorterapia, que influye sobre su estado de ánimo".