Paciencia y método. En un ambiente subterráneo, donde la temperatura media no sube de los 7 grados y la humedad alcanza cotas del 99%, superaron más de 24 horas de espera cinco espeleólogos del Club Alpino Ourensán que planeaban completar, entre el domingo y el lunes, una ruta de expedición en la cueva leonesa de Valporquero. El abundante caudal del río interior por el aporte de agua que horada la gruta, de piedra caliza, frustró la iniciativa y les cerró el paso.

Los montañistas, de entre 27 y 43 años pero de contrastada experiencia, iniciaron el descenso la noche del domingo para recorrer la ruta conocida como Sima de las Perlas. Vieron la luz en buen estado de salud, la madrugada de ayer, cuando efectivos del Grupo de Montaña de la Guardia Civil culminaban el rescate. Sitiados por el nivel del río subterráneo y sin opción de remontar hacia la boca de entrada, ya que iban retirando las cuerdas de seguridad a medida que avanzaban, siguieron el guión que habían hilado ante cualquier imprevisto.

Antes de acceder a la cueva, los cinco aventureros dejaron aviso a otros compañeros de que si no estaban fuera a la 1 de la mañana de lunes, pusieran en alerta al grupo de rescate. Por eso en el percance cundió más el aburrimiento, según compañeros de los expedicionarios, que la desesperanza.

Pertrechados para situaciones así, con abundante comida, luz acoplada a los cascos, mantas térmicas y agua, los aventureros incluso desecharon la posibilidad de emprender un plan alternativo.

Según explicaba ayer a este periódico Pedro Seoane, presidente del Club Alpino Ourensán, se barajó la posibilidad de emprender una huida alternativa por la boca de acceso a la cueva para los turistas. De inmediato, se advirtió de que desviarse del trayecto podría poner en peligro la operación de rescate.

Así que hasta las 4.30 horas de la madrugada de ayer, cuando fructificaba la intervención de la Guardia Civil, los cinco ourensanos se centraron en luchar contra el mayor enemigo: el frío. Calados por el agua que les impidió avanzar y para entrar en calaron, realizaron ejercicios físicos y estiramientos con regularidad, y se alimentaron cada dos horas.

En ningún caso, confirman desde el club ourensano que el año próximo cumple 40 años de actividad, sufrieron hipotermia.

Dos horas de rescate

Tras la llegada de la Guardia Civil de Montaña, el operativo de rescate duró cerca de dos horas. Los propios montañeros remontaron hacia la boca de entrada de la cueva con las cuerdas de sujeción instaladas por los efectivos del instituto armado. Un agente con un espeleólogo detrás, a cada vez, fue el método empleado.

Tras la experiencia en la cueva leonesa, Ramón V.G.; Alberto D.V.; Agustín V.G.; Javier M.M. y Agustín L.V. regresaban a Ourense. Desde el club alpino, matizan la dimensión de este hechos: "Esta gente tiene formación, técnica y experiencia".