El cura de Domaio había comunicado a las familias que tras el asalto le prestaron su ayuda que el día 17 de septiembre viajaría a Barcelona para someterse a una nueva intervención quirúrgica. Una vez que no hubiese ningún tipo de impedimento médico, Samuel Aristizábal aprovecharía unas semanas de descanso en Colombia al lado de sus familiares. A su marcha, apuntó una fecha: 12 de noviembre. Ese día estaba previsto que el sacerdote regresase a la parroquia de Domaio, una vuelta que a día de hoy no ha tenido lugar.

Dos meses y medio después de su marcha, las únicas noticias que los feligreses tienen del sacerdote se limitan a un encuentro que en Colombia tuvo con uno de los vecinos. De manera casual, uno de los fieles de la parroquia viajó a Bogotá por motivos de trabajo. Allí, se reunió el día 22 de octubre con el cura de Domaio, quien en ningún momento le confesó su intención de no regresar dado su estado de salud. Desde ese día, este mismo vecino, que ha realizado un nuevo viaje al país, ha intentado contactar con don Samuel, pero sin éxito.

Los feligreses, ante esta situación, solicitaron en los últimos días justificación al arzobispado, que los emplazó al próximo mes de enero para darles alguna explicación. En el día de ayer, desde Santiago de Compostela se apuntó a una ausencia por "prescripción médica".