El Gobierno central descarga en la Xunta toda responsabilidad sobre el estado que presenta la ría de Pontevedra por el ineficaz tratamiento de las aguas residuales. Un día después de que se conociese la denuncia de la Unión Europea a España por la deficiente depuración y su consiguiente e "indudable riesgo para la salud pública", desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente apremian a la Administración autonómica a acometer los trabajos necesarios para solucionar los vertidos. Se señalan dos acciones principales: la remodelación de la EDAR de Placeres y la implantación de mejoras en la red de saneamiento. Desde los ayuntamientos citados expresamente desde Bruselas señalan también al Ejecutivo gallego como principal responsable. "Existe unha Lei de Rías que establece a obriga e a competencia da Xunta de Galicia en materia de saneamento, que ademais cobra un canon por esta materia", afirma el alcalde Bueu, Félix Juncal.

Los portavoces del ministerio explican a FARO que las actuaciones que tendrían que acometerse en la ría y su entorno para atajar esta problema medioambiental y de salud pública serían las siguientes: "Es necesario ampliar y reformar la depuradora de Placeres, así como optimizar el funcionamiento de la red de saneamiento de la aglomeración Pontevedra-Marín-Poio-Bueu, en especial para controlar los caudales afluentes a la EDAR en tiempo de lluvia". Acerca de quién debería realizar estos trabajos no dejan lugar a dudas. "La ejecución de esta ampliación corresponde a la comunidad autónoma de Galicia", concretan desde el departamento que dirige la ministra Isabel García Tejerina.

Los ayuntamientos coinciden con el ministerio a la hora de señalar a la Xunta como responsable de esta situación. Pontevedra, Poio y Marín y Bueu defienden los avances en sus redes de saneamiento a lo largo de los últimos años, destacando la introducción de separativas de aguas pluviales y residuales. Pero al mismo tiempo algunos de los responsables municipales lamentan que la Administración autonómica no haya hecho unos deberes que Bruselas encargó hace ya once años. Se urgen actuaciones y, sobre todo, la realización de las prometidas mejoras en la depuradora de Placeres.

El gobierno local buenense se puso ayer en contacto con el departamento de Augas de Galicia, que depende de la Consellería de Medio Ambiente, para recabar más información y explicaciones. Según el propio ente autonómico, que además es quien realiza los controles periódicos a las depuradoras, que el funcionamiento de la de Bueu [ubicada en Cabalo, Beluso] es "excelente". Ese dato tiene también su correspondencia con las analíticas que realiza la Consellería de Sanidade sobre las zonas de baño. "Os muestreos deron como resultado que o 100% das praias son aptas para o baño e inmensa maioría, o 90%, coa calificación de excelente", añade el regidor buenense.

A la vista de estos dos indicadores de carácter ambiental y sanitario Juncal se mostró "tranquilo", aunque sin ocultar su malestar ante la falta de información y responsabilizando a la Xunta de Galicia. "É ao goberno autonómico a quen lle corresponde a competencia en materia de saneamento, recibe importantes fondos europeos para mellora ambiental das rías e cobra un canon para iso", incide el alcalde. Juncal reclama más datos "para saber cal é a situación, cal é o problema e onde está focalizado".

El máximo responsable municipal buenense defiende que una de las "prioridades" de su gobierno fue "precisamente a mellora da calidade das augas de baño e a recuperación das praias urbanas". Esa mejora se ha visto reflejada en la situación de playas como Loureiro, Banda do Río, Petís o Pescadoira, sentencia el alcalde de Bueu.