Al final, la jornada lluviosa dio una tregua a Vila de Cruces y la XXIII Festa Gastronómica do Galo de Curral se convirtió ayer en la cita ineludible para miles de dezanos y foráneos ávidos de degustar esta carne criada con mimo y a la antigua usanza. Según los cálculos del alcalde, Jesús Otero, a lo largo de la jornada el casco urbano de Cruces y sus restaurantes recibieron la visita de 6.000 personas, una cifra superior a la de anteriores ediciones y que convierte a esta convocatoria en un éxito rotundo.

La jornada arrancó bajo la lluvia, a las 10.30 horas y con el pasacalles de los grupos folclóricos O Arco de Merza y la banda de gaitas de Piloño. Poco a poco, iban llegando a la Rúa Soto, que discurre al pie de la Praza Juan Carlos I, la treintena de coches que participaba en la concentración de autos antiguos y que despertó la admiración de más de un viandante. Pero, para admiración, la que obtuvo el stand de degustación de galo, el verdadero protagonista de la jornada.

Y, hablando de protagonistas, el pregón corrió a cargo del humorista grovense Javier Veiga que, como había anunciado días atrás, acudió a la cita gastronómica junto a su padre. Veiga no dudó en afirmar que "o Galo de Curral caga polo capón de Vilalba". Experto en juegos de palabras, también aclaró al público que esta fiesta no tenía nada que ver con Astérix el galo. Hubo un intento fallido de hacer la ola entre el público que copaba la carpa de la plaza, cantando "Festa do Galooooo de Curral", pero a la segunda sí salió. Veiga, para arrancarle sonrisas al respetable, optó por hablar de los diferentes tipos de humor, como el amarillo -que suele asociarse a la población china-, el verde, "más guarrete", como indicó el propio humorista", y el blanco, "que no hace daño a nadie".

Fue el propio Veiga quien dio la bienvenida a la ministra de Fomento, Ana Pastor, y al vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que se sumaron al elenco de personalidades que respaldaron al gobierno cruceño en su cita de ayer: en Vila de Cruces se encontró la mayoría de alcaldes de la comarca dezana, así como el exregidor lalinense, José Crespo y su hermano y delegado territorial de Medio Rural, Antonio Crespo.Acudió, también, un representante de la Fundación Luso-Galaica.

Tras el pregón de Veiga tuvo lugar la entrega de los premios do Galo de Curral, que este año recayeron en Alberto Lareo (en el apartado de Gastronomía), David Fiúza (en Cultura e Deporte) y en la revista Cicloxénese Expresiva, que promueven Xosé Carlos Carracedo, Yasmina Casal y Belén Quinteiro. Ana Pastor y Alfonso Rueda entregaron dos de los tres premios -que, por cierto, el de Cicloxénese se entregó por la tarde, antes del Festival de Bandas-. La ministra señaló que "no hay nada mejor que ser premiado en tu tierra", mientras que Rueda recalcó que "ya va siendo hora de que la gente sea profeta donde nace, los premiados son de aquí y son gente joven. Ésa es la mejor forma de poner en valor lo que tenemos". Treixadura fue el grupo encargado de la actuación musical previa a la comida en los restaurantes. En el caso de la comitiva oficial, se desplazó a O Pote, en Piloño.

Por la tarde, tuvo lugar el mencionado Festival de Bandas de Galicia, con las actuaciones de la Unión Musical Ponteledesma, la Artística de Merza y las municipales de Lalín y Padrón.