El santuario de Nosa Señora de Hoy-Vas (Piloño), acoge el próximo jueves la festividad en honor a la virgen. Será la primera gran celebración tras las obras de remodelación del templo -de 1.696-, que han mejorado notablemente su aspecto y el de su entorno. Su párroco, Javier Brey, -Don Javier- prepara una inauguración a finales de mes con la presencia del arzobispo de Santiago. Mientras, apura los últimos detalles para los actos de esta semana. Habrá misas el jueves y los domingos 12 y 19, desde las nueve y media de la mañana hasta la una y cuarto de la tarde, en que será la solemne, con procesión

-Serán las primeras fiestas con el santuario renovado. ¿Habrá alguna celebración especial?

-Habrá las habituales misas del jueves y de los dos domingos siguientes. El de Pentecostés -el día 19- es un día muy importante que estamos tratando de recuperar. Es una de las tres pascuas de la religión cristiana, pero no hay mucha conciencia de su importancia. Lo que trato de hacer es una misa solemne donde Dios nos hable del gran misterio de Pentecostés. Mi lema sacerdotal es 'Ven, Espíritu Santo'. Quería que el arzobispo estuviese cualquiera de los tres días, pero no podrá ser, y vendrá a finales de mayo o principios de junio para inaugurar el santuario.

-¿Cómo valora el trabajo de restauración?

-El templo estaba deteriorado. Necesitaba una mejora y, a través de la asociación del santuario, y con la colaboración del Arzobispado y del señor alcalde se consiguió una ayuda. Se hizo un drenaje muy necesario, porque por la parte norte del muro entraba muchísima agua. También se restauró la fuente, dándole al conjunto una dignidad y un orden que antes no tenía. Ahora quería hacer un estanque, pero poco a poco.

-La de Hoy-Vas es una de las tres capillas de Piloño. ¿Donde radica su singularidad?

-No estamos hablando de una capilla, es un santuario donde la imagen de la Virgen recibe un culto muy especial. Vienen a rezarle desde obispos hasta las personas más sencillas. Es muy fácil acudir en cualquier momento, cualquier día del año, y encontrarse allí una persona rezando.

-Entonces, ¿nunca se cierran sus puertas?

-Hay una leyenda, que recoge el himno que tenemos en honor a ella, que cuenta que la Virgen no quiere que las puertas estén cerradas. El recinto interior sí lo está, por razones de seguridad, pero la puerta principal y un pequeño acceso siempre están abiertas, con rejas que separan.

-Uno de los misterios de Hoy-Vas es en su propio nombre. ¿De dónde viene?

-Cuando llegué a la parroquia no sabía ni donde estaba la iglesia, y una de las cosas que me llamó profundamente la atención fue el nombre. Dije, bueno, esto es una broma (Se ríe). La explicación que da la gente, y que viene de viejo, es que cuando Nuestro Señor iba a ascender al cielo, Nuestra Señora le dijo 'Hoy vas al cielo', y de ahí le quedó el nombre. En las órdenes religiosas el tema de la Ascensión es un misterio que está muy presente, y Piloño tuvo una gran tradición monástica. Hubo un monasterio en las inmediaciones del santuario que debió de estar muy relacionado con su creación.

-La Virgen era protectora de los partos y de las cosechas. ¿Cuáles son las plegarias de los fieles ahora?

-Vienen por problemas de salud, la inmensa mayoría, y de la vida en general. Antes traían ofrendas de productos agrarios, pero hoy el tema ganadero ha sufrido un fuerte revés y es raro que traigan ofrendas de ese tipo.