El Pazo de Liñares completará su proceso de rehabilitación en plazo y los trabajos estarán rematadas el 15 de enero. Así lo indicó ayer el aparejador Abel Mato Méijome, uno de los responsables de la dirección de obra durante una visita a la casona natal del ilustre aviador lalinense Joaquín Loriga Taboada.

Acompañado de los ediles de Urbanismo, Román Rodríguez, y de Turismo, José Antonio Rodríguez, el técnico realizó un repaso por las principales intervenciones acometidas en este proyecto que realiza la UTE compuesta por Taboada y Ramos y Antalsis. Las empresas tienen unos dos meses y medio para completar los trabajos interiores, una vez que la estructura principal y las fachadas del pazo están ya rematadas luego de acometer una intervención minuciosa en la que se respetaron escrupulosamente los elementos originales. Pese a que fue necesario renovar las más de 27.000 tejas autóctonas de su cubierta principal o colocar elementos de madera que no podían recuperarse, la rehabilitación de Liñares comienza ya a a ser visible y, sobre todo, en la parte trasera en la que una majestuosa solaina preside la balconada principal que da a la huerta, donde en principio no se iba a actuar, pero que ahora se adecuará. "Este es el mejor ejemplo de rehabilitación de una edificación de estas características que hay, sin duda, en la comarca", señaló Román Rodríguez durante el recorrido por el exterior del pazo y alguna de sus dependencias. Entre las novedades del proyecto dadas a conocer ayer, destaca que la capilla, cuya estructura ya está rematada, no se destinará en el futuro a fines de índole religiosa, sino que se aprovechará este espacio para albergar una dependencia de atención al público. Lo mismo ocurre con la edificación anexa, empleada como taller de carpintería, y que ahora albergará parte de la maquinaria de climatización del inmueble fundado en el siglo XVII.

Precisamente en el pleno de mañana se aprobará un modificado por importe de 120.000 euros, sin coste para el Concello, consistente en mejoras en el sistema de eficiencia energética "pues, cuando se redactó el proyecto, hace seis años, no existían estos modelos que ahora se van a instalar", significó Román Rodríguez. "Ahora te toca a ti dotarlo de contenido", bromeó con su colega encargado del departamento de Turismo.

Otros de los detalles en los que las empresas pusieron su esmero fue en la conservación de la escalinata de granito de la parte trasera y, por exigencias de Patrimonio, las paredes de la casona de estilo Barroco no tendrán canalones de desagüe, sino que la lluvia se evacuará directamente a la finca mediante otro sistema de drenaje para impedir que la humedad ataque a la construcción.

Las obras de rehabilitación del Pazo de Liñares dieron comienzo en abril del año pasado con un plazo de ejecución inicial de 18 meses, aunque fue prorrogado hasta enero de 2013 debido a la "ejecución de actuaciones imprevistas en el proyecto como el cambio en el sistema de refuerzo estructural de forjados o la cubierta". Ahora, solo resta que el Concello presente un plan para dotarlo de contenido para una obra cuya dimensión trasciende la comarca.