El conflicto de la cofradía de Cambados con los tres lonjeros despedidos supuso durante la tarde de ayer que la subasta de pescado volviese a quedar prácticamente vacía. Al igual que sucedió el lunes y el martes, no hubo problema alguno con el marisco, pero el panorama cambió a partir de las 18.00 horas. Los despedidos, y las personas que les apoyan, entre ellas algunos compradores, llevan desde el lunes concentrados en una de las puertas de la lonja, y aplauden con desdén a quienes sí pujan por los lotes. En cualquier caso, tampoco hay mucho que subastar, pues desde hace unos días buena parte de los armadores de la villa se están desplazando a O Grove o Ribeira para vender sus capturas.

El patrón mayor de Cambados, Ruperto Costa, manifestó ayer que los despedidos "están perjudicando a la cofradía y a marineros que no tienen culpa ninguna de lo que ellos hicieron con el marisco. La gente no tiene por qué gastar más dinero en combustible y perder tiempo para vender en O Grove o Ribeira porque ellos no quieran respetar una decisión judicial".

Señala que el pósito sí aceptó las resoluciones de los juzgados cuando fueron favorables a los lonjeros, porque "los readmitimos y estuvieron trabajando con normalidad" . Por ello, les pide que hagan lo mismo y asuman el mandato de los tres magistrados del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que consideraron "procedentes" los despidos. "Lo que me parece increíble es que quieran que una persona pida disculpas por cumplir la ley".

La cofradía ha puesto una denuncia en la Guardia Civil -ayer hubo otra vez una patrulla en la lonja- y está realizando una estimación de las pérdidas económicas que se han producido durante el supuesto "boicot". "Vamos a ir por quien sea. Esto no se puede consentir", plantea Costa. Al parecer, existen mensajes y llamadas de teléfono conminando a los armadores a no vender en Cambados.