El Monte Central o parcela Z-14 de A Toxa, acondicionado por el Concello de O Grove como gran Parque Forestal de uso público en el que se instaló todo tipo de mobiliario y se trazó una red de senderos, ha sufrido también las consecuencias de los fuertes vientos.

Los daños registrados en la isla estandarte del turismo en Galicia son más que evidentes, y destacan sobre todo por la caída de algunos de los árboles que integran la valiosa masa botánica de este enclave natural privilegiado.

Entre los tirados por el viento hay media docena de pinos de gran porte y entre 60 y 80 años. Lamentablemente no es la primera vez que esto sucede cuando se producen vendavales, aunque ni siquiera lleguen a alcanzar las velocidades de los últimos días, con registros de hasta 122 kilómetros por hora en A Lanzada.

Como en esta ocasión algunos de los árboles se desplomaron de raíz, es decir, no pudieron mantenerse firmes en un terreno que, evidentemente, se ha visto considerablemente reblandecido después de tantas lluvias. Otras plantas, por el contrario, sí aguantaron en pie, pero las embestidas del viento hicieron que se partieran en dos o perdieran muchas ramas.

Los efectos de esos fuertes vientos también se hicieron notar en el terreno de juego del Club de Golf La Toja. Este espacio, considerado uno de los campos más atractivos de España dadas sus peculiaridades y la belleza del entorno en que se encuentra, integrado en un gran espacio verde y prácticamente dentro de la ría -el grado de dificultad para los jugadores de golf varía en algunas de sus calles dependiendo del estado e las mareas- también se ha visto seriamente afectado por las adversidades meteorológicas, registrándose igualmente la caída de numerosas plantas.

Árboles y ramas se cayeron en las propias canchas de juego, pero también pinos que se tumbaron sobre el agua de la ría y uno que a punto estuvo de desplomarse sobre el edificio principal del Club de Golf, en el que se sitúan la recepción, el restaurante y la cafetería.

Los operarios trabajan sin descanso y tratan de acelerar el ritmo al máximo para tratar de poner el campo de golf en perfectas condiciones, pero lógicamente, para prevenir y evitar cualquier contratiempo, fue preciso prohibir toda actividad en las instalaciones.

Inicialmente está previsto que las calles del campo de golf grovense se reabran el lunes, aunque dependerá de las evoluciones del tiempo y en función de si llegan o no nuevos temporales de viento.

No está de más recalcar que este campo de golf se sitúa en un punto de la ría en el que suelen registrarse vientos considerables, y no solo está pegado al mar, sino que está repleto de árboles que aumentan la belleza del recorrido, pero todo esto también supone un riesgo cuando la meteorología no acompaña.