El verde oliva predominó sobre la palma de Elche en la plaza de Fefiñáns en un Domingo de Ramos que la lluvia solo respetó en parte.

Cientos de personas se cobijaron como pudieron bajo las cornisas y bares del entorno a la espera de que otra multitud saliese de la abarrotada iglesia de San Benito donde el párroco José Aldao ofició la primera misa de esta Semana Santa.

Tras la ceremonia religiosa, salió la procesión con la imagen de La Burrita portada a hombros por 28 fornidos hombres, que tras la bendición la condujeron hasta la iglesia del convento, donde se guarda la talla el resto del año.

El Domingo de Ramos en Cambados es realmente espectacular. El gentío que se reúne en Fefiñáns es incontable, pero se hace especialmente espectacular cuando los fieles agitan el ramo a la espera del isopo con que bendice el sacerdote, mientras el Nazareno es danzado sobre la escalinata de la iglesia de San Benito.

Antonio Somoza, uno de los organizadores de los actos de Semana Santa, reconoce que desde que hace cinco años se adquirió la talla de La Borriquilla, "acude mucha más gente" y se llena la plaza de Fefiñáns.

De hecho, ayer, aunque la lluvia restó afluencia a los actos, este histórico y enorme recinto se llenó de fieles, uno de ellos, Adrián González, que el próximo jueves cumple un año de edad, y que ya es la segunda ocasión en la que participa de esta festividad.

Su abuela acudió ayer a la Bendición con varios ramos. "Uno es mío, otro de un sobrino que no pudo venir y también de mi nieto y de una vecina que como llovía no se atrevió a salir de casa", explicaba ayer sobre la escalinata de San Benito.

Por la tarde, los cambadeses tuvieron ocasión de participar en otra de las citas históricas de su Semana Santa: la Procesión de los Dolores.

Durante la semana habrá también numerosas actividades religiosas en esta villa histórica.