El proyecto de recuperación patrimonial y arqueológica del conjunto monumental, cultural y artístico de las Torres do Oeste, en Catoira, va a retomarse el mes que viene. Las obras están paradas a fecha de 31 de diciembre de 2011, pero van a recuperarse el mes que viene, debido a que ya ha sido desbloqueada la anualidad correspondiente al presente ejercicio.

Así lo confirmaba ayer el alcalde catoirense, el socialista Alberto García García, quien explicaba que hace unos días participó en una reunión en la que, precisamente, se concretaron los plazos y condiciones para afrontar el desembolso de la segunda anualidad, que ronda los 300.000 euros.

De este modo, vaticina que en breve volverán al recinto amurallado y su entorno tanto la maquinaria como los obreros y los arqueólogos que se ocupan de las excavaciones en los restos castrexos, del acondicionamiento general del recinto de las Torres y de la construcción de un centro de interpretación interactivo para contar tanto la historia de este singular espacio como todo lo relacionado con Catoira y su pasado.

"Es cierto que está todo completamente parado, una vez agotada la anualidad correspondiente a 2011, pero ya está todo resuelto y el mes que viene empezarán los trabajos con cargo al presupuesto de 2012, quedando pendiente únicamente el de 2013", manifiesta el regidor vikingo, quien una vez más incide en la importancia de este espacio y en la trascendencia que tienen los trabajos en ejecución.

Cabe recordar que el Ministerio de Fomento y el de Cultura, con cargo a la partida "1% Cultural", y a modo de compensación por los perjuicios causados a los catoirenses a causa de la ejecución de obras como la del Tren de Alta Velocidad (TAV), decidieron impulsar y financiar este proyecto.

Finalmente los trabajos previstos se valoraron en alrededor de 1,8 millones de euros, encargándose el Estado de aportar el 75% de esa cantidad, mientras que la Xunta y el Concello se reparten casi a partes iguales la aportación restante.

Con ese dinero va a ser posible saber un poco más del pasado de Catoira y de los catoirenses, pero también potenciar un espacio de interés etnográfico para toda Galicia.