Eran las tres y veinte de la tarde del pasado domingo cuando tres hombres se subieron a un furgón de mensajería con 26 perros metidos en "transportines" en la parte trasera del vehículo. Estaban en el refugio canino de Corbillón (Cambados) y su destino se encontraba en una pequeña localidad holandesa situada a 15 kilómetros de Rotterdam: Prinsenbeek. Les esperaba un viaje por carretera de casi 2.200 kilómetros de distancia.

Los tres hombres eran Luis Barreiro, delegado de la sucursal de MRW en O Grove; Alberto Domínguez, del restaurante meco dBerto; y Francisco Candal, un policía local grovense. Ellos habían sido tres de las personas que más se implicaron de modo desinteresado en un proyecto pionero de la Asociación Protectora de Animais de Cambados, consistente en trasladar a Holanda varios de los perros que vivían en el refugio canino de Corbillón.

Llegaron de vuelta a casa el jueves por la noche –tras un viaje de casi 4.400 kilómetros– y ayer comparecieron en el Concello ante la presidenta de la Protectora, Olga Costa, y el alcalde de Cambados, Luis Aragunde, para relatarles algunas de sus experiencias.

"Ha sido algo impresionante, de verdad. Fue algo muy bonito y emotivo", relata Francisco Candal. Cuenta que durante el viaje paraban de vez en cuando para airear la zona donde iban los perros y para sacarlos a pasear un poco. Eso les originó algún pequeño contratiempo, como cuando tres cachorros hicieron sus necesidades justo en la entrada al restaurante de un área de servicio de Francia.

Hicieron el viaje de un tirón. La mayor parte del tiempo conducía Luis Barreiro al tratarse de un profesional acostumbrado a hacer muchos kilómetros en vehículos no siempre fáciles de conducir, como suele ser un furgón adaptado para el transporte de animales. Además, tuvieron mal tiempo durante buena parte del camino.

Tras veinticuatro horas prácticamente ininterrumpidas en la carretera, a las tres y veinte de la tarde del lunes, entraban en Prinsenbeek. Francisco Candal afirma que llegaron con dos horas de retraso sobre el horario previsto –debido al atasco que se encontraron a la altura de París–, pero que al llegar al refugio que recogería los perros "ya había una pareja esperando desde hacía una hora para llevarse uno de los perros".

La Protectora de Cambados envió los perros a Holanda para aliviar la saturación que sufre el refugio de Corbillón y porque en los Países Bajos existe una gran cultura de adopción de mascotas, hasta el extremo de que hay familias que acogen en sus hogares perros heridos o gravemente enfermos.

La intención de la asociación que preside Olga Costa es organizar nuevos traslados. Para ello están recaudando fondos a través de la venta de lotería y de huchas colocadas en establecimientos públicos de casi toda la comarca de O Salnés. Una operación de estas características cuesta en torno a 2.100 euros, y la entidad de Cambados está en contacto con Protectoras de Ciudad Real, Sevilla y Huelva que estarían dispuestas a sufragar una parte de los gastos.

Esta campaña sirvió también para celebrar el 12 aniversario de la Protectora –fundada el 10 de noviembre de 1998– y Costa dice que lo más gratificante del proyecto con Holanda "fue la respuesta ciudadana que recibió nuestra llamada y las muestras de cariño de la gente".