Adelina Padín Forte es una vecina de O Grove de 53 años que vive en la zona de O Con. Tiene una huerta ecológica, y a las siete y media de la mañana de ayer se dirigió a su era con la intención de plantar unas verduras. Pero al abrir un surco se encontró con una cría de víbora, de entre 25 y 30 centímetros de longitud. "A mí no me gusta matar los animales –cuenta Adelina Padín– así que la metí en una bolsa de plástico, que es lo que tenía a mano en aquel momento, y me fui al Concello a preguntar qué podía hacer con ella".

En el Ayuntamiento le contestaron que se pasarían a recogerla los voluntarios de Protección Civil de O Grove. Éstos metieron la serpiente en una caja de cartón con mucho cuidado, pues la víbora es una especie venenosa, y según los expertos las mordeduras de las crías incluso pueden ser más peligrosas. Protección Civil guardó la culebra hasta que se hiciese cargo de ella el Seprona de la Guardia Civil.

Hubo otras dos

Pero Adelina Padín sigue intranquila. Esta agricultora cuenta que "ya es la segunda que encuentro en ese mismo sitio en un intervalo de un mes", por lo que teme que exista un nido de víboras en la zona, y que haya más sueltas. "La otra, la encontré un día que estaba cortando con una hoz y la maté accidentalmente". Además, cuenta que "aún hace poco los vecinos de la casa que está pegada a la mía llamaron a Protección Civil para que les quitasen otra que tenían en una jardinera".

Adelina Padín teme que si hay más víboras por la zona se le puedan meter en casa, y también le preocupa la posibilidad de encontrarse otra durante sus tareas agrícolas. "Lo de esta mañana –por ayer– me ha cambiado el chip. Ahora ando por en medio de las plantas y me noto tensa". La mujer asegura que en las inmediaciones de su propiedad hay varias fincas donde prolifera la maleza y la vegetación, pero tampoco se atreve a asegurar que sea de ahí de donde proceden estos reptiles. Mientras tanto, no oculta que "a partir de ahora tendré que andar con más precaución".