El traslado planteado por Conservas Iglesias parte de sus intenciones de incrementar su producción y de conseguir los necesarios certificados internacionales. Para ello necesita ganar espacio y se espera que solo con su traslado pasen de contar con una nave de unos 1.000 metros cuadrados a cerca de 3.200 metros. Esto le permitiría desplegar la maquinaria necesaria para contar con tres líneas de producción. Dos de ellas se dedicarían exclusivamente al procesado y envasado de mejillón y de sardinilla. La tercera serviría para el tratamiento del resto de productos que pone en el mercado: Caballa, melva, ventresca de atún y en determinadas fechas agujas y zamburiñas.

En Cangas están produciendo picos de 800 cajas de 17 kilos de latas al día, pero su crecimiento se ve limitado. En Moaña podrían alcanzar una producción de 2.000 cajas al día, aunque de momento arrancarían sacando al mercado unas 1.500 cajas.

Cangas

Aunque una parte de la nave moañesa se dedicaría a la función de almacén y estuchado de las latas, de momento Conservas Iglesias no plantea el abandono de la nave de Cangas, al menos mientras cuenten con la concesión de Costas del Estado. Se utilizaría también como almacén, al menos hasta que dispongan de la superficie necesaria para establecer el almacén en otra zona de Cangas. El ejecutivo local cangués manifestó en repetidas ocasiones su interés en recuperar para los vecinos ese espacio en el frente litoral del casco urbano.

De momento es el Concello moañés el que valora su proyecto para adaptar la nave de Curzmar, a la que se accede a través de la calle Rosalía de Castro. En las próximas semanas se debería conocer la decisión adoptada.