Reforma legislativa

Pesca se abre a nuevos paros del jurel más allá del 2024 si Europa restringe la especie

Plantea prohibir a la flota acceder a aguas entre Fisterra y Euskadi, obligatoriamente dos meses al año, cuando los Veintisiete establezcan un TAC limitado a capturas accesorias

Flota del cerco vigués amarrada en O Berbés ante el cierre de la sardina y la falta de jurel.

Flota del cerco vigués amarrada en O Berbés ante el cierre de la sardina y la falta de jurel. / Ricardo Grobas

A comienzos de febrero del año pasado, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) anunciaba el despliegue de una línea de ayudas para la flota afectada por el paro del jurel. Se trató de una veda de dos meses de duración, con un tercero opcional, y afectó a los barcos que faenan en la zona VIIIc, entre Fisterra y Euskadi, muchos de los cuales se vieron comprometidos por tal restricción al depender buena parte de sus ingresos de las capturas vinculadas a esta especie. La medida se materializaba después de que el reparto de los totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas para 2023 dejase solo 3.200 toneladas para España, condicionadas a la pesca accesoria por el mal estado del caladero. En consecuencia, la cartera que dirige Luis Planas lanzó el susodicho apoyo, dirigido a 86 buques: 71 de Galicia, 8 de Cantabria, 4 del País Vasco y 3 de Asturias.

Pese al sobrado tiempo que ha transcurrido desde entonces, la inyección económica todavía no ha llegado a los armadores gallegos; con todo, el Gobierno central prepara un cambio legislativo que abrirá las puertas a nuevos periodos de stand by para el sector más allá de este año.

A través de un borrador oficial, el Ejecutivo avanza su intención de restringir la entrada a la zona VIIIc durante dos meses, “a elegir entre los meses de enero, febrero y diciembre”, a los buques dependientes de las capturas de jurel. “En los años en que conforme a la normativa de la Unión Europea se fije un TAC para el jurel limitado a capturas accesorias, se prohibirá el acceso”, recoge el documento que se está ultimando. Eso hace referencia a 2024, en el que ya se han trasladado las posibilidades pesqueras, similares a las del ejercicio previo, pero también a los siguientes, si los Veintisiete así lo consideran.

“Lo peor de todo es que no sabemos cómo proceder ante la próxima parada. No hay información de ella”, indica en declaraciones a FARO el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Manuel Suárez. Desde la entidad, que ha presentado una batería de alegaciones a la reforma expuesta por Madrid, evidencian además que, aunque los nuevos paros se compensarán con nuevos apoyos financiados a través del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y de Acuicultura (Fempa), “las ayudas de 2023 aún no han sido cobradas”. En estos momentos, más del 90% de los barcos están en puerto, sin actividad, a la espera de que se resuelva dicha cuestión y ante la imposibilidad de pescar sardina por ahora.

“La gente lo que tiene que tener en cuenta es que éste es nuestro único medio de vida. Si se nos hace parar, ¿de qué vivimos?”, señalan desde el sector. Tal como apuntan, se ha trasladado que la norma afectará a todos los buques con una dependencia de las capturas de jurel, respecto del total de capturas comercializadas, igual o superior al 18% en los últimos años, lo que incluye a naves como las viguesas Marcialito Quinto o Mi Nombre Cinco, aunque la inmensa mayoría son de la provincia de A Coruña.

Tras el paro de 2023, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación solicitó un informe al Instituto Español de Oceanografía (IEO) para conocer sus efectos sobre la población de jurel y valorar la adopción de la veda espacio temporal con carácter obligatorio para prolongar los efectos positivos sobre su recuperación. El resultado de dicho estudio fue que la especie se recupera “significativamente”, en términos de biomasa disponible, principalmente entre diciembre, enero y febrero. Todo ello “como consecuencia del incremento de las puestas de los adultos y la mejora del reclutamiento de los juveniles”.

“La concentración de la parada de la flota en los meses de invierno reforzaría el efecto positivo de la medida técnica al evitar la mortalidad por pesca en ejemplares pequeños y permitir que un mayor número de peces puedan llegar a la etapa de maduración”, agrega el borrador oficial.

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