Primera escala de contenedores cancelada en Guixar a causa de la conflictividad nacional en el sector de la estiba: la del buque de Maersk procedente de Algeciras, el que también atraca en Marín. La naviera incluyó ayer la suspensión de este tráfico dentro del "Plan de Contingencia" para minimizar el impacto en sus operaciones de los paros anunciados por el colectivo para forzar al Gobierno a que retire el decreto que liberaliza su actividad. Pese a que los sindicatos desconvocaron anoche las huelgas parciales de los días 6 y 8 manteniendo solo la del viernes 10, fuentes consignatarias confirmaron al cierre de esta edición que la cancelación en Vigo "continuaba decidida".

Calais Trader y Diamantis P son los dos buques fletados por Maersk que habitualmente cubren la línea Vigo y Algeciras. Según las mismas fuentes, los clientes de la naviera en Galicia conocieron por la mañana los cambios en la estructura de escalas para la próxima semana diseñados por la armadora en previsión de las consecuencias de la huelga. En concreto, el Calais, que llegará a Vigo este domingo, no volverá hasta el jueves 16; y el Diamantis, que descargó este martes en Guixar, hasta el día 14 tampoco se le espera en este muelle.

Curiosamente, en la semana que desaparecen los barcos de Maersk de la terminal viguesa, en Marín sí operarán. Antes de que las organizaciones sindicales comunicasen la retirada de la huelga el próximo lunes y miércoles ya estaba programado que atracaría el día 6 en el puerto vecino el Calais Trader, "porque allí no hay estiba", señalaban las mismas fuentes por la nula incidencia del paro nacional que auguran para los muelles de Marín por su reducida plantilla de estibadores (apenas 13 frente a la de 110 de Vigo). Quizá por esta razón, o fruto de una conveniente casualidad, la segunda semana de movilizaciones -del 13 al 19- la naviera danesa haya colocado la escala en Vigo de estos dos cargueros los días de actividad plena (el 14 de marzo, el Diamantis; el 16, el Calais) mientras que en Marín la harán en las jornadas en teoría de paro (el Diamantis, el 13; el Calais, el 15).

La suspensión de la escala semanal de Maersk en Vigo es la primera que se produce en las líneas de buques portacontenedores a consecuencia de la conflictividad en la estiba, pero de persistir este escenario inestable podrían producirse más y de otras navieras. En el sector portuario vigués temen que conexiones oceánicas como la de Canadá de Hapag-Lloyd -ahora en Guixar pero desviada de Lisboa por una huelga similar- "primero se cancelen para luego perderlas definitivamente". En la terminal de vehículos la preocupación no llegan a esos niveles por cuanto los contratos obligan a dar salida a la producción de PSA. Y si no es por mar se hará por carretera, como de hecho se producirá este sábado con la salida desde Francia de los camiones con los semirremolques cargados de piezas para Balaídos que viajan llegan cada semana en los buques de la autopista del mar.

La comisaria mete prisa

Los estibadores suspendieron los dos días de paros (parciales, por desarrollarse en las horas impares) tras comprobar que la reforma no cuenta con el apoyo de los grupos para su convalidación en el Congreso en el pleno del día 9, y después de que Maersk anunciara que desviará sus buques a otros puertos si la huelga se lleva a cabo. Según el líder de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM), Antolín Goya, "la oposición del PSOE" y de otros grupos parlamentarios al decreto ley aprobado por el Consejo de Ministros "abre una nueva oportunidad para el diálogo y la negociación". La posición de los grupos parlamentarios choca, sin embargo, con los planteamientos de la Comisión Europea (CE). En una carta remitida al ministro de Fomento, la comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc, señala que la reforma de la estiba aprobada por el Gobierno cumple lo exigido por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y reclama su rápida convalidación por el Congreso.