Es una tendencia que va en aumento desde el inicio de la crisis y que ahora, en el primer trimestre del año, se ha acentuado. Cada vez son más los gallegos que se ven obligados a renunciar a las herencias por la imposibilidad de afrontar los impuestos que lleva asociado aceptar los bienes legados o pagar las deudas, que también se heredan. Entre enero y marzo de este año se han formalizado en la comunidad 517 renuncias, lo que supone un incremento del 17,7% con respecto al mismo periodo del pasado año, cuando por entonces se contabilizaron 439 negativas. Es además, el primer trimestre del año con el número más alto de rechazos desde que hay estadísticas al respecto y cuyo máximo estaba, precisamente, en las 439 de 2014.
En términos generales, este comportamiento es común en todo el Estado, con miles de familias que se ven forzadas a rechazar las herencias. Pero en Galicia este fenómeno resulta mucho más intenso. De hecho, frente al incremento de casi el 18% en las negativas registradas en Galicia en el primer trimestre en comparación con el mismo periodo del año anterior, en el conjunto de España fue solo del 7,5%. Si entre enero y marzo de 2014 tuvieron que renunciar al legado familiar 8.170 contribuyentes, este año la cifra llegó a los 8.783.
Eso sí, el comportamiento entre las diferentes comunidades fue muy desigual, una circunstancia que tiene su razón de ser en la distinta fiscalidad sobre sucesiones que tiene cada territorio. Por ejemplo, un gallego que paga 27.000 euros por una herencia, en la comunidad de Madrid solo tendría que abonar 1.200.
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Por eso, Madrid es una de la tres autonomías que han experimentado un descenso, aunque leve, del número de rechazos a herencias. Pasaron de 985 a 965, lo que significa apenas 450 más que en Galicia y eso que la capital de España tiene más del doble de población que la comunidad gallega.
Las negativas también se redujeron en otras tres autonomías: Cantabria, Navarra y La Rioja. Por contra, subieron en el resto y en cinco mucho más que en las demás. Así, en Castilla-La Mancha el incremento de las renuncias fue del 28,5%, seguida de Castilla y León (24,6%) y Asturias (22%). Tras ellas ya se sitúa Galicia y, justo por detrás, Aragón, con un 17,6 por ciento.
El caso es que en Galicia los rechazos de herencias casi se han triplicado desde el inicio de la crisis. En la comunidad se registran de media unos 26.000 testamentos al año y mientras que en 2008 se renunciaron a 737, el pasado año se dijo no a 2.049.
Una de las causas de las negativa es el régimen fiscal. El Impuesto de Sucesiones y Donaciones es un de los que más diferencias presenta en su aplicación en las autonomías, ya que cada gobierno lo modula a su gusto e incluso lo puede dejar casi sin efecto, como sucede en Madrid. Así se explican las grandes diferencias a la hora de abonar los tributos.
No obstante, esta situación va a cambiar en Galicia a partir del 1 de julio, ya que la Xunta va a rebajar un 15% las valoraciones de los bienes inmuebles, sobre los que luego se aplican los impuestos de sucesiones y donaciones, de transmisiones patrimoniales y de actos jurídicos documentados. Por tanto, si se hereda un piso, a partir del verano se tendrá que pagar menos en tributos a la Xunta.
