A la espera de que el análisis de la caja negra del tren arroje más luz sobre las circunstancias que desembocaron ayer en la tercera catástrofe ferroviaria más grave de la historia del país, los dos maquinistas del Alvia salieron del convoy accidentado por su propio pie y todavía tuvieron fuerzas para colaborar en el socorro de los heridos echando una mano en las tareas de rescate.

Aunque uno de los maquinistas que operaba el convoy en el momento de la tragedia no paraba de repetir por teléfono, tras el suceso "Descarrilé, qué le voy a hacer, qué le voy a hacer", los operativos intentan localizar la caja negra o teloc, donde quedan registradas las velocidades a las que circulaba el convoy. Entonces las autoridades dispondrán de más datos para dilucidar qué provocó el descarrilamiento.