La Xunta pretende controlar al minuto el horario de su personal y restará de la nómina de sus empleados los retrasos en el inicio de la jornada laboral superiores a media hora, además de abrir la puerta a la aplicación de otras sanciones. A quien llegue tarde, pero no más de esos treinta minutos, se le permitirá compensar su demora alargando su jornada laboral hasta completar el horario fijado: de 7.45 horas a 15.15.

Esta es una de las novedades que consta en el borrador de la orden de Vicepresidencia que regula las distintas modalidades de jornada laboral y el teletrabajo en la administración autonómica. En ese documento, al que ha tenido acceso este diario, se indica que los retrasos deberán justificarse; solo estarán exentos de rendir cuentas ante los jefes de servicio quienes "cumplan el horario" quedándose más tiempo para compensar su demora, es decir, quien no supere esos 30 minutos de margen. Quien llegue más tarde, tendrá que dar explicaciones y se le descontará del sueldo la parte proporcional.

Este cambio se incluye dentro de la estrategia del Gobierno actual para mejorar la "eficiencia" de su plantilla, en lo que resulta capital la tarjeta del sistema Kronos con que cada trabajador accede a su ordenador. Esta permite conocer el minuto en que comienza a trabajar y que compute si la jornada se extiende más allá de las 15.15 horas, algo que no sucedía con el sistema informático actual, que no permite esas compensaciones, según Presidencia. Fuentes sindicales reconocen la laxitud actual. "La mayoría de las veces se empieza la jornada a las ocho y se concluye a las tres de la tarde", apuntan. En esos casos, se reduciría en 30 minutos la jornada diaria.

Esta nueva regulación de Vicepresidencia y Consellería de Presidencia chocó ayer con la oposición sindical, que plantó al departamento de Alfonso Rueda y no acudió a la reunión en la que este iba a entregarles el borrador de esta orden. CIG, CCOO, UGT y CSI-F firmaron un documento conjunto en el que criticaron haberse enterado por los medios del proyecto de la Xunta, que el jueves fue aprobado por el Consello, para regular no solo el horario del personal, sino también el teletrabajo. Los sindicatos pidieron "un mínimo de respeto y buena fe" al Ejecutivo para recibir la información antes de acudir a negociar. No confían en que sus aportaciones se tengan en cuenta.

Vicepresidencia, por su parte, alega que convocó la reunión el mismo día en que el Consello aprobó el borrador de orden con voluntad "informativa y conciliadora" y que una vez entregado, se abrirá un período de 15 días para que las centrales aporten sus alegaciones al documento.