De las veinte páginas de las que consta el memorando del rescate financiero, dos son los párrafos que caen a plomo sobre los miles de afectados por las participaciones preferentes. Solo en Galicia y solo en Novagalicia Banco hay 43.000 personas que no pueden acceder, a día de hoy, a sus ahorros. Las cláusulas de la ayuda financiera a la banca española, aceptadas por el ministro Luis de Guindos, finiquitan la esperanza de canjear este producto por otro líquido y por el 100% del importe nominal. Bruselas considera a los afectados por las preferentes como "inversores", no como ahorradores. De este modo deberán asumir como cualquier accionista las pérdidas asociadas al rescate de las entidades.

Las preferentes, que ya no computan como capital de máxima calidad (o core capital) han sido canjeadas de manera masiva por los bancos y algunas cajas. El saldo vivo de estas participaciones sin cambiar en España asciende a algo más de 4.500 millones de euros, la inmensa mayoría de Bankia. Novagalicia tiene más de 900 millones en este producto por las emisiones de Caixa Galicia (600 millones) y Caixanova (otros 300 millones de euros).

El Eurogrupo atiende, de algún modo, a la necesidad de canjear las preferentes por productos que refuercen el capital. No hace referencia expresa a la necesidad de liquidez de los que tienen atrapados sus ahorros. "La conversión de productos híbridos y deuda subordinada" en acciones o obligaciones convertibles se ejecutará mediante el canje o la recompra "con descuentos significativos".

"Los bancos que no necesiten la ayuda del Estado quedarán fuera del alcance de las medidas obligatorias del ejercicio de reparto de la carga", continúa el documento.

Más pérdidas

El memorando se ampara en la necesidad de "minimizar el coste que los contribuyentes asumen de la reestructuración bancaria" para excluir a los afectados por las preferentes como ahorradores. ¿Qué sucederá con los ahorros? Por lo pronto, Bruselas emplaza al Gobierno que preside Mariano Rajoy a que tome las "medidas legislativas necesarias" para obligar a los accionistas y a los titulares de híbridos a asumir la quita en caso de que, como es previsible, no hubiera acuerdo.

En ese momento, y siempre según el memorando, el escenario sería el siguiente. La Comisión reconoce –implícitamente– que las preferentes tienen un valor de mercado muy inferior al de hace años, cuando fueron emitidas. De acuerdo con los datos del mercado secundario consultados por FARO hay emisiones que, hoy por hoy, tienen un valor del 40 ó el 60%. Para efectuar el canje por otro producto –acciones, por ejemplo–, Europa no permitirá que el banco ofrezca un 10% más que el valor de mercado que tengan las preferentes en ese momento.

Una de las emisiones vivas de Novagalicia tiene a día de hoy un valor del 68% (vale un 32% menos que cuando se emitió). Para hacer efectivo el canje, los afectados de estas preferentes en concreto podrían recuperar, como máximo, el 78% de sus ahorros, según el memorando. De este modo los accionistas pagan primero, pero los clientes que tienen preferentes o deuda subordinada van inmediatamente después.

Escenario anunciado

El comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia, había advertido ya de que los afectados por este producto tendrían que asumir una quita. Entonces apostó porque el Estado, a través de los Presupuestos, compensase las pérdidas. Al aprobar el memorando del rescate Luis de Guindos acata una solución desfavorable para los afectados.

En caso de que haya un fallo judicial que obligue a la entidad a devolver íntegro el dinero invertido, y según apunta el abogado especializado Ramón Ozores, "el mandato judicial prevalece sobre el memorando de la Comisión Europea".

Barclays y Lloyds sí indemnizarán a sus afectados

El pasado 29 de junio la Financial Services Authority (FDA), una institución similar al Banco de España pero de Inglaterra, hizo pública una orden que obliga a cuatro entidades financieras a indemnizar a los clientes de productos híbridos y de inversión complejos. Barclays, HSBC, Lloyds y RBS pagarán 7.500 millones de euros a clientes minoristas. "Los bancos indemnizarán inmediatamente a los clientes que compraron los productos más complejos", dice el mandato de la FDA.

En el caso inglés no se trata de participaciones preferentes como las españolas, pero sí son productos estructurados y que requieren que el cliente que los compra tenga conocimientos financieros. Exactamente lo mismo que reclama la demanda de la fiscalía de Galicia contra Novagalicia Banco.

"Tenemos pruebas de mala praxis en la venta de estos productos: no se han asegurado de que el cliente entendía el riesgo del producto, hay un riesgo excesivo y premios por colocarlos" entre los minoristas y las pequeñas empresas. La FDA reconoce que no todos los afectados desconocían el riesgo de las emisiones, pero sí apunta que se distribuyeron de manera incorrecta.