La UE concedió a Galicia, como región objetivo uno y por la necesidad de converger en sus indicadores de I+D, 360 millones de euros de su fondo tecnológico para que empresas y entidades públicas de la comunidad autónoma los emplearan en innovar entre 2007 y 2013.

La dificultad en la tramitación al requerir la unión de varias compañías y organismos en cada proyecto, las mudanzas ministeriales y en la administración autonómica debido a los cambios de gobiernos y, según el actual Ejecutivo gallego, la demora en la activación de este fondo en su primera etapa (gestionado por el bipartito) retrasaron la ejecución de estas subvenciones públicas para grandes proyectos de innovación.

En el último año (2011) la Consellería de Economía ha movido 120 millones de euros del capital público hasta ese momento parado, concedidos a casi 400 empresas gallegas, a las tres universidades y a varios proyectos de la Consellería de Sanidade.

Con este impulso, la ejecución del fondo hoy en día se aproxima al 50% del total, no obstante, la Xunta todavía cuenta con 200 millones de euros para gastar en lo que queda de 2012 y 2013. Economía apura plazos y contactos con el sector empresarial para comprometer la totalidad del fondo porque, de no ser así, ese dinero público se perdería.

En una etapa de crisis como la actual, con duros recortes de presupuesto para investigación e innovación desde Santiago y Madrid, la administración dispone de una bolsa de dinero comunitario que, por distintos motivos que se retrotraen ya a la anterior legislatura, está costando conceder. Fue el propio conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, quien alertó en abril de 2011 de que Galicia solo había aprovechado hasta la fecha el 10% de los 360 millones del Fondo Tecnológico adjudicado por Bruselas a la comunidad gallega que, junto a Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, fueron las que mayor partidas recibieron para convenger en I+D.

Trabas burocráticas

En otras palabras, en cuatro años solo se habían gastado unos 40 millones, quedando 320 todavía disponibles para proyectos innovadores. Guerra lo achacó a la "complejidad operativa y burocrática" para optar a estas subvenciones, orientadas a financiar proyectos de mayor dimensión (entre 1,5 y 2 millones de euros por iniciativa subvencionada), con la participación de varias empresas.

Además, el propio consorcio debe aportar el 30% del coste del proyecto, porque la máxima subvención de cada plan innovador alcanza el 70 por ciento.

Por todo ello y para evitar la fuga de un capital público más preciado que nunca en la actual situación de falta de recursos generalizada, el conselleiro se propuso "incentivar a consultoras y centros tecnológicos para actuar como asesores de las empresas que quieren innovar". ¿El reto? "Atajar el bajo nivel de ejecución del Fondo Tecnológico".

Con este empujón, en un año ese 10% de ejecución se ha convertido en casi un 50%, según explican fuentes de la Dirección de I+D de la Consellería de Economía e Industria.

En la parte privada de la convocatoria fue el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) el organismo encargado de supervisar las iniciativas empresariales. Mediante la convocatoria Interconnecta, la Xunta concedió 60 millones en proyectos de I+D a casi 400 empresas gallegas (el 70% pymes y el otro 30% medianas y grandes compañías de la comunidad).

No se trata de subvenciones individualizadas, sino a consorcios de tres empresas con un proyecto común. "

Sumaron en total unos 90 proyectos subvencionados y participan en ellos no solo las empresas sino también los centros tecnológicos, con unas 200 presencias, por decirlo de algún modo. Hablamos de la participación directa en los proyectos, en conexión directa con las empresas, de Aimen, el Cetag, Anfaco, Cetmar o Gradiant, por poner un ejemplo. También la Universidad de Vigo ha entendido muy bien el concepto de la interconexión y está presente en varias iniciativas. ¿Las empresas? Desde biotecnología, hasta TIC, automoción o pesca", según fuentes del departamento que dirige Javier Guerra.

Proyectos sanitarios

En la parte pública, Economía comprometió en un año aproximadamente unos 60 millones, "principalmente entre las universidades gallegas y dos proyectos de gran proyección de la Consellería de Sanidade: Innovasaúde y Hospital 2050", todos ellos con el visto bueno del Gobierno central. "Estamos agilizando la tramitación e intentando vincular a las empresas. Somos optimistas y confiamos en ejecutar todo el fondo", según la consellería.