La dispersión geográfica y la difícil orografía siempre han sido un handicap para la comunidad gallega. Infraestructuras, transporte regular, suministro de energía, saneamiento y, en la actualidad, la cobertura tecnológica. Empresas especializadas en el despliegue de cable, hilos o satélite han de hacer frente a los recovecos de la geografía gallega que se resisten a facilitar la llegada de Internet, sobre todo, en el ámbito rural: son las llamadas “zonas de sombra”.

La Administración gallega parecía haber encontrado, en la pasada legislatura, la solución para dar cobertura tecnológica en las áreas más complicadas. En 2006, la alternativa de futuro se llamaba Wimax: una especie de Wi-Fi de largo alcance. “Un sistema de transmisión sin hilos adecuado para una geografía como la gallega para llevar Internet de banda larga a todos los puntos de la comunidad”. Así se veía en aquel entonces pero los resultados de los proyectos piloto no han sido los esperados. A Wimax se le presuponía una capacidad de hasta cuatro megas con una calidad similar al ADSL o al cable y una velocidad de subida y descarga de datos también parecida. ¿Cómo? Mediante la instalación de una antena principal emisora de la señal y con un radio de acción de varios kilómetros a su alrededor. Se intentó su implantación en concellos como A Estrada, Nantón (A Coruña), O Courel o Samos: sin éxito. De hecho, la Xunta llegó a rescindir el contrato con la empresa que iba a desplegar banda ancha inalámbrica en los municipios rurales del sur de la provincia de Lugo al incumplirse las expectativas en una primera fase de prueba.

Cambio de planes

¿Qué queda del Wimax? La Administración gallega, a través de la Secretaría xeral de Modernización e Innovación Tecnolóxica, le ha encontrado utilidad para dotar de Internet de banda ancha sin hilos a los polígonos industriales y parques empresariales de la comunidad. De los 34 polígonos incluidos en el proyecto del Gobierno gallego, 21 ya han incorporado la tecnología Wimax, con una estación base en cada parque que difunde la señal, garantizando la cobertura a la totalidad del polígono así como a una zona de 1,5 kilómetros en línea recta con la torre, siempre y cuando exista visión directa con la misma. Los polígonos pontevedreses de O Campiño, Porto Meloxo en O Grove, O Camballón en Vila de Cruces, 7 Pías en Cambados o la Zona de Promoción Industrial de Trado ya operan con Wi-Fi de largo alcance. También se han beneficiado el parque empresarial ourensano de Xinzo de Limia, el de Santa Marta en Vilar de Santos, Uceira en O Carballiño o el de Pazos en Verín, entre otros. En la provincia coruñesa: el polígono de Ordes, Vilar do Colo en Fene, Melide o el de Agualevada en Noia, por poner algún ejemplo.

Las empresas y residentes en las zonas de cobertura pueden contratar acceso a Internet de banda ancha, desde 2 Mbps a 12 Mbps con un coste mínimo de 30 euros mensuales. El sistema ofrece, además, servicios de voz mediante tecnología VoIP y otros servicios de valor añadido, como videovigilancia o intranet corporativa.

Pero, a mayores del sector industrial, quedan muchos colectivos a los que dar cobertura. De hecho, casi el 40% de la población de los concellos de menor tamaño de la comunidad no tienen acceso a la banda larga (de hecho, Galicia está a la cola en el porcentaje de hogares con acceso a banda larga, con un 31,8% frente a la media española del 44,6%).

Ante la escasa fiabilidad de Wimax para las zonas de sombra, la Administración autonómica se está replanteando el sistema ideado hasta ahora y creará un nuevo mapa de necesidades tecnológicas de la comunidad gallega. La Secretaría xeral de Modernización e Innovación Tecnolóxica está a punto de presentar el Plan director de banda larga, que se empezará a implantar en 2010 con una inversión de 102 millones de euros hasta el año 2013, fondos procedentes del Plan Avanza y de los Feder.

A través del Plan Director, pensado para atender la demanda de los sectores público, empresarial y ciudadano, el actual Ejecutivo gallego aprovechará las infraestructuras ya existentes, tanto civiles como de telecomunicaciones.

“Consellería, diputaciones, concellos y otros organismos de ámbito local o provincial; además de polígonos, cooperativas, cámaras de comercio, confederaciones de empresarios, servicios financieros o de transporte” se incluyen como destinatarios de la tecnología de banda larga que se establezca en Galicia a partir de 2010, según la secretaría xeral.

En cuanto a la ciudadanía, la Xunta tendrá en cuenta cada entidad de población de los más de 30.000 núcleos de Galicia para que el Plan Director disminuya la brecha digital, especialmente en las zonas rurales.