| ¿Qué elementos se necesitan para hacer compost?: Un espacio adecuado en la huerta o el jardín; un compostador en el que depositar los restos orgánicos aunque también se pueden apilar en el suelo como se hacía tradicionalmente; residuos de cocina como restos de verduras o frutas y del jardín como hojas secas, césped, restos de podas...; un aireador con el que remover el compost; una pala con la que recoger el abono obtenido y agua para humedecer la mezcla.
| ¿Cuál es la función del compostador?: Mantener las condiciones adecuadas de temperatura y humedad para la elaboración del compost evitando la entrada de animales roedores que pueden alterar el proceso.
| ¿Cómo se puede reconocer un buen compost?: Un compost bien hecho es de color oscuro y no se reconocen sus componentes originales, huele a tierra de bosque, presenta una textura suelta y granulosa y no gotea ni se desmenuza al apretarlo con la mano.
| ¿Cómo deben ser los materiales a compostar?: Deben medir entre uno y cinco centímetros. La proporción entre materiales finos y gruesos debe ser equilibrada con espacios que permitan la aireación, por ejemplo, con la mezcla de césped y ramas.
| ¿Dónde se puede usar ?: El compost fresco, de dos a tres meses, es bueno para proteger la tierra de los cambios de temperatura y humedad al ahorrar agua y controlar el crecimiento de las malas hierbas. El maduro, de cinco a seis meses, se usa como humus fertilizante en las macetas, el césped o la huerta.
