La adquisición del parking Aldea Grande, a comienzos del mandato, generó un desequilibrio económico. Pese a la anunciada rebaja de 400.000 euros sobre el precio pactado con la familia Portas y Acuña con el anterior ejecutivo, el actual equipo de gobierno deberá hacer ahora las cuentas para buscar lo que parece improbable: que la gestión del aparcamiento público ajuste gastos e ingresos. El ejecutivo es consciente de que en caso de que el servicio público sea deficitario habrá que tirar de recursos públicos, máxime cuando para este año estaba previsto en el Plan Económico Financiero comenzar a obtener recursos vía tasas por la utilización del aparcamiento. Una vez que el Concello aplazó hasta comienzos del verano el inicio del cobro por el uso del parking, en el presente 2016 no será posible que la recaudación sirva para cuadrar con unos costes de funcionamiento estimados en 167.400 euros.

A falta de unos meses para que los presupuestos de 2017 comiencen a ultimarse, habrá que aguardar si se planteará una bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que pasó del 0,40 al 0,46. Este aumento, que figura en el documento, permitió un alza de ingresos.