Los padres de niños con TDAH han hecho todo lo posible por intentar visibilizar el trastorno. Contaron su experiencia en los talleres impulsados con Acrofam en la radio y dos de las madres participantes declararon ayer que la experiencia fue muy positiva. Sin embargo, el día a día es lo que queda escondido tras la cortina. El desconocimiento del trastorno por parte de la sociedad favorece el nacimiento de estereotipos. Una de las madres, Vanesa Baños, explicó ayer que su hijo presenta un predominio de déficit de atención pero no tiene diagnosticada hiperactividad. Aseguró que el gran problema es la falta de "autoestima" del pequeño. "Tengo que luchar con que él cree que no es bueno, que no es capaz", declaró. También apuntó que es fundamental que "se comprenda desde el colegio" porque "son niños muy inteligentes y muy listos".

En el caso de Isabel Iglesias, su hijo está diagnosticado de TDAH y presenta un Trastorno de Espectro Autista (TEA). Asegura que "es complicado para el niño y las familias" aprender a lidiar con este tipo de situaciones. El primer trastorno provoca que el niño esté "inquieto, saltando y corriendo". "Su comportamiento crea la impresión de que es un maleducado cuando, en realidad, no es así", declaró ayer. También valoró como "positiva" las actividades de Acrofam porque favorecieron la puesta en contacto de niños que se encuentran en la misma situación.