Una de las lecturas que pueden darse de las estadísticas de siniestralidad laboral en Deza es que la construcción, entre la promoción de la seguridad y el recorte de trabajo, ha caído de forma notoria en cuanto a accidentes laborales. Pero, por otra parte, de los 151 accidentes laborales que se produjeron en las comarcas desde el inicio del año hasta el pasado 30 de junio, 129 fueron protagonizados por varones, es decir, 8 de cada 10 percances tienen al sector masculino como víctima. Ello nos da una idea de hasta qué punto la incorporación laboral de la mujer al trabajo todavía no es una realidad al 100% en las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes. Es más, hay ejemplos en los que todos los accidentes que se produjeron en el mismo concello le ocurrieron a varones, como se constata en Agolada, Rodeiro, Cerdedo y Forcarei.

En el resto de municipios también queda claro el predominio del hombre en el mundo laboral y, por tanto, su mayor exposición a sufrir un accidente de trabajo. Y es que en Lalín, de sus 52 accidentes laborales, solo 7 tuvieron que ver con mujeres, mientras que en Silleda, ellas fueron las víctimas en 5 ocasiones, sobre un total de las 33 mencionadas. En Vila de Cruces los percances femeninos también son puntuales, con 2 ejemplos sobre un global de 9, mientras que en el área de A Estrada, de los 37 accidentes ya mencionados, solo 8 le acaecieron a mujeres.