Un disparo raso desde la frontal cuando ya se había superado con creces el minuto 90 sirvió para que el Trofeo San Roque se fuese para las vitrinas del Celta B. Pero la derrota no debe ensombrecer la buena imagen dada por los de Jorge Otero durante buena parte del encuentro en el que era su primera presencia en un campo de A Lomba que registró escaso ambiente.
La apuesta táctica inicial del nuevo equipo arlequinado parece manejar como elemento innegociable la presión sin balón y la llegada a zona de definición en pocos pases, algo a lo que el fuerte viento que sopló ayer ayudaba a ello. El 4-1-4-1 dispuesto incomodó en todo momento las fases de balón de los vigueses, incapaces de plasmar su teórica superioridad por aquello de ser un equipo de Segunda División B.
Muy pronto tuvo el Arosa su primera oportunidad. Fue cuando Hugo Soto no acertó a resolver un contraataque. El partido siguió avanzando sin noticias de los de Alejandro Menéndez en el área de Roberto Pazos. Los locales seguían siendo los que proponían más y mejor fútbol, o más bien más empeño en desarrollarlo, pero la falta de puntería estaba empezando a convertirse en el mayor lastre.
Una rápida acción al espacio de Eloy por banda izquierda terminó en un generoso servicio del de Vilanova a un Sylla que remató a bocajarro, pero se encontró con una gran parada de Ángel. El Celta B estaba concediendo muchísimos espacios a la espalda de la defensa y los vilagarcianos supieron leer en varias ocasiones esa situación para crear peligro.
Ya dentro de los cinco últimos minutos de la primera parte, Hugo Soto desperdició un mano a mano cuando ya se cantaba el 1-0 y a Sylla le sucedió lo mismo pocos instantes después, encumbrando nuevamente a Ángel como el mejor jugador del filial céltico. A la escasa fortuna en el remate en el tramo anterior al descanso se le unió la tarjeta roja directa que vio Sidibé y que dejó a su equipo con diez toda la segunda parte.
Nuevamente Sylla se toparía con una magnífica oportunidad para que el Trofeo San Roque se quedase en casa, pero por tercera vez volvió a quedar patente que el senegalés no tenía su noche fallando otro duelo directo con el portero visitante.
El paso de los minutos y el jugar en inferioridad con el viento en contra empezó a cambiar la tendencia con el transcurso de la segunda parte. El filial céltico empezó a adueñarse del juego y también a manifestarse en situaciones de ataque resueltas casi todas ellas con disparos lejanos en los que Pazos respondió siempre con seguridad. Adrián primero y Juan Ros poco después fueron los que intentaron inquietar la portería local, pero sin resultado.
La fluidez en el juego fue decayendo y cuando el partido ya parecía abonado a decidirse en la tanda de penatis, el lateral Joao controló un balón en el vértice del área para conectar un muy buen disparo que se coló como un obús por el poste derecho de la portería de Roberto Pazos. Era ya el minuto 93 y a no había margen para la reacción.
A la espera de disputar el último encuentro amistoso el próximo fin de semana lo cierto es que el nuevo Arosa de Jorge Otero muestra motivos para el optimismo. En el plano individual la calidad de Manu Justo y la solvencia de Vitra en el eje de la zaga junto a Aitor Díaz son cuestiones que no pasaron desapercibidas para la grada de A Lomba.
La definitva probatura antes del arranque liguero será la que se dispute el lunes (19 horas) en el campo de Baltar ante el Sanxenxo. El Choco ya espera.
