El Partido Popular cargó ayer las tintas contra el alcalde Abel Caballero por el cierre de la grada de Río para el partido de hoy y lamentó el "daño" que esta medida supone para el Celta y para los aficionados afectados. Califica de "inadmisible" que esta clausura se anunciase 48 horas antes del encuentro y considera necesario que el regidor municipal pida "perdón" por el daño ocasionado.Considera este grupo municipal que la imagen de la ciudad también se ve perjudicada y vuelve a proponer que el club asuma el resto de las obras de remodelación del estadio "con cargo a la concesión administrativa".

"Lamentamos profundamente el perjuicio y el daño que están sufriendo los abonados y aficionados que no podrán asistir al partido de la LFP contra el Atlético de Madrid, así como para el Celta y para todos los vigueses que vemos cómo la imagen de la ciudad una vez más es noticia por un hecho lamentable que nada tiene que ver con el deporte", explica el PP en una nota informativa difundida ayer, después de que el viernes solicitase al alcalde un informe sobre la seguridad en la grada ahora clausurada.

Denuncias los populares que las obras de remodelación de Balaídos registran "continuos errores, cambios y modificaciones de los proyectos que han venido ocasionando continuos retrasos, importantísimos sobrecostes de 4 millones de euros y multitud de inconvenientes para los aficionados".

Ante esta situación, el PP acusa a Caballero "de echar balones fuera, culpar a otros y, en definitiva, mentir de forma reiterada a toda la ciudad".

Los populares recuerdan que el pasado martes "se conocía la situación de la grada", por lo que considera "inadmisible haber esperado a las 48 horas anteriores al partido para anunciar su cierre". También subrayan que el viernes le reclamaron a Caballero "un informe técnico urgente de los directores facultativos de la obra y del responsable municipal del contrato sobre las condiciones de seguridad de dicha grada. Diez horas después de esa solicitud, el Concello de Vigo anuncia a través de un comunicado el cierre de la zona por este motivo".

Ante los hechos denunciados, el Partido Popular califica de "comportamiento inadmisible e impropio de una administración seria y responsable, que debe de anteponer la seguridad a cualquier otro interés", la actuación del gobierno local en las últimas horas. "Consideramos que todos estos hechos no hacen sino acreditar la incapacidad de este gobierno para llevar adelante la reforma del estadio de Balaídos", añaden.

"El alcalde de Vigo ha transformado una ilusión colectiva en una pesadilla para todos los aficionados del Celta, para el propio club y para todos los vigueses. No cabe otra salida que, en primer lugar, pedir perdón por el daño ocasionado, y en segundo lugar, un replanteamiento de todo el proyecto", concluye el Partido Popular, que vuelve a reclamar que el Celta asuma el resto de las obras "con cargo a la concesión administrativa" que posee sobre el estadio.