Ayer nos enteramos de la triste noticia del fallecimiento de Carmen Ubeira Guzmán.

Carmen representa a la clase de mujeres que levantan un país, capaces de forjar proyectos familiares o societarios y hacer que florezcan.

Durante años fue el apoyo silencioso de su marido Florencio para llevar a cabo un proyecto como Cerámicas del Miño, y con el fallecimiento de este, lo fue de sus hijos, el consejo leal de madre y mujer.

Cerámicas del Miño es una de las pocas empresas cerámicas que resistieron el envite de las crisis en Galicia y que sigue trabajando en la fabricación de ladrillo, siendo un orgullo para Salvaterra de Miño, muy bien dirigida por José Manuel, quien siempre encontró en su madre consejo y apoyo. En los buenos momentos esta empresa llegó a contar con cincuenta trabajadores, pero aún hoy da empleo a muchos vecinos de la comarca.

Podemos decir que Carmen luchó hasta el final. Murió cuando, tras levantarse, pensaba ir a la ferretería que regentaba en Leirado, siempre conduciendo su coche, porque le gustaba conocer al detalle la marcha de ese negocio, que en esta edad tenía para ella también mucho de distracción.

Aunque ahora residía en As Neves, hace poco se le vio por Corzáns, donde está la casa familiar. Comentan los vecinos que una vez más apostando por mantener en orden las viñas, dirigiendo la vendimia, para no perder las tradiciones familiares heredadas de sus ancestros.

*Alcalde de Salvaterra