Los accesos a Portugal sobre el río Miño estuvieron ayer custodiados por la Guardia Nacional Republicana (GNR) y lo seguirán estando hasta mañana a medianoche con motivo de la cumbre que reúne a los 28 jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN en Lisboa.

Los puentes internacionales están abiertos al tráfico local. Es posible cruzar por carretera de Salvaterra a Monçao; de Arbo a Melgaço y a través de la autovía y del nuevo puente entre Tui y Valença, pero no así por el viejo.

Durante la jornada de ayer, los conductores que quisieron entrar en Monçao desde Salvaterra pudieron atravesar el puente y una vez en territorio luso tuvieron que mostrar el DNI a los guardias portugueses para poder seguir circulando.

En principio, el protocolo establece que solo atraviese las fronteras el tráfico de las localidades limítrofes con el país vecino. Sin embargo, desde Salvaterra vecinos de otros municipios como Porriño o As Neves no encontraron impedimentos para cruzar después de identificarse.

La tónica general en los conductores es de conformidad. Entienden las medidas de seguridad y no muestran reticencias a cumplir el requisito.

El sistema de control consiste en colocar conos para inhabilitar uno de los carriles de entrada a Monçao y un área de aparcamiento obliga a los vehículos a detenerse para mostrar su documento de identidad por la ventanilla.

En Salvaterra trabajan vecinos portugueses que cada mañana deben atravesar el puente y, al revés, gallegos que tienen su puesto de trabajo en Portugal. En los últimos días se enfrentan a controles continuos pero que no les causan mayor inconveniente que unos minutos de su tiempo.

La misma situación viven en la frontera con Melgaço. Los conductores que acceden desde Arbo deben identificarse para poder continuar la marcha.