El fichaje de Robert Mazan permite al Celta enjugar el déficit defensivo en su retaguardiay, en concreto, el flanco izquierdo de la zaga, la posición más desguarnecida del equipo.

La escasa fe del técnico, Juan Carlos Unzué, en Facundo Roncaglia como lateral izquierdo ha dejado al canterano Jonny Castro como único jugador específico con el que Unzué contaba para esta demarcación.

Esta situación generaba un doble problema. Por un lado, Unzué no contaba con ningún recambio específico de garantías para Jonny; por otro, el lateral zurdo vigués carecía de un verdadero competidor que le apretase las clavijas en los entrenamientos, con el consiguiente perjuicio para el rendimiento del futbolista de Matamá. La carencia de laterales izquierdos, agravada por la indeseada marcha de Samuel Araújo al Barcelona B, obligó a Juan Carlos Unzué a retrasar de posición a Diego Pampín, hoy por hoy la alternativa más fiable del filial, o pensar en otras opciones, como el central Diego Alende como posibles sustitutos para Jonny, que lo ha jugado prácticamente todo esta temporada. El vigués solo ha faltado por acumulación de tarjetas en el compromiso liguero disputado el mes pasado en el Camp Nou contra el Barça. El entrenador celeste prefirió entonces cambiar de banda a Hugo Mallo a otras opciones como Roncaglia, entonces renqueante de una lesión, Pampín o Alende.

Pero el fichaje de Robert Mazan es más que una apuesta a corto plazo para apuntalar la zaga céltica. Las dificultades que el club vigués se está encontrando para renovar al canterano tienen mucho que ver con la contratación del internacional eslovaco.

Sin darlo aún del todo por perdido, en Plaza de España son conscientes de que las negociaciones para la renovación de Jonny, cuyo contrato concluye en junio del próximo año, llevan meses empantanadas y el jugador no ha realizado ningún esfuerzo por desbloquearlas.

El club vigués ha asumido que Jonny tiene la cabeza más fuera que dentro del Celta y el propio futbolista ha declarado su interés por probar suerte en competiciones distintas a la española. Si se confirman, como todo apunta, tan pesimistas expectativas, el Celta puede verse en la tesitura de vender a Jonny este verano o dejar que se vaya libre dentro de un año y medio.

Con varios meses por delante para adaptarse a la Liga española, un talentoso presente y un amplio margen de progresión, la contratación de Mazan otorga al Celta un mullido colchón para la posición de lateral izquierdo.