Juan Carlos Unzué se declara muy poco preocupado de las estadísticas que se manejan en el fútbol. El técnico navarro prefiere centrarse en las sensaciones que le transmite el juego de su equipo, que ha ido de menos a más en este arranque de campeonato. Sin embargo, los números apuntan a que su equipo se desenvuelve mejor como visitante que como local y que fuera de casa se emplea con más contundencia y eficacia: 11 de los 18 goles que acumula en las nueve primeras jornadas de Liga los ha marcado fuera de Balaídos, a pesar de haber disputado un partido menos que en el coliseo del Val do Fragoso.

Ese balance goleador del Celta a domicilio llegó después de que los jugadores de Unzué realizasen 16 lanzamientos entre los tres palos de las porterías rivales en sus partidos ante el Betis (2-1) el Espanyol (2-1), el Eibar (0-4) y la UD Las Palmas (2-5). El porcentaje de aciertos en el caso de los celestes se eleva hasta el 68,75 por ciento.

El comportamiento como local ha sido más flojo ante la portería rival. En los cinco partidos disputados, el Celta ha sumado 7 goles, para los que necesitó un total de 29 lanzamientos entre los tres palos del guardameta adversario. El acierto, en este caso, desciende hasta el 24,1 por ciento.

Los resultados ante el Atlético de Madrid resultan curiosos. Fue el primer partido de Liga que los célticos se quedaron sin marcar, a pesar de que lo intentaron de todas las formas posibles. Se encontraron con un gran Oblak, que interceptó siete de los ocho lanzamientos que llegaron a su portería. El octavo se escapó fuera después de tocar en el larguero el balón que Aspas golpeó en una falta directa. Los de Unzué, pues, se muestran resolutivos fuera y confusos, en casa.