El sueño le duró al Celta B poco más de veinticinco minutos, el tiempo que transcurrió entre el madrugador tanto de Borja Iglesias, que adelantaba a los celestes en el minuto 5 de partido y el empate de Zotko. A partir de ahí ya no hubo partido, porque el 2-3 cosechado en la ida en Barreiro pesó como una losa al conjunto de Alejandro Menéndez.

El arranque del encuentro fue el soñado por el filial olívico, que salió con el cuchillo entre los dientes en busca de un tanto que le volviera a meter en la eliminatoria y no tardó en encontrarlo de la mano del de siempre, un inspiradísmo Borja Iglesias que esta temporada convierte en gol todo lo que toca. El delantero santiagués superó a Sivera, el portero che, en una mano a mano tras un error defensivo de la zaga valencianista, que perdió de vista al hombre gol de la categoría y lo pagó caro.

El equipo de Curro Torres acusó los nervios en los primeros compases del choque mostrándose muy impreciso en la circulación, circunstancia que aprovechó el Celta B para robar rápido el balón y salir a la contra por mediación de Hicham y Borja Iglesias, su dúo goleador.El goleador compostelano trajo por el camino de la amargura a la zaga valencianista durante toda la primera parte. Su velocidad y sus continuas caídas a banda causaron verdadero pánico en la pareja de centrales del Mestalla, que no supo cerrar su parcela en los primeros minutos.

Les salvó a los blanquinegros, sin embargo, la falta de acierto del Celta B en los últimos metros. El equipo olívico llegaba con facilidad a las inmediaciones del área del Mestalla, pero a la hora de la verdad no era capaz de dar en la diana. Sucedió en un disparo manso de Juan Mera a las manos de Sivera tras una dejada del omnipresente Borja Iglesias y en otro chut de Hicham que tampoco encontró puerta. La eficacia frente el portal de Sivera era una de las premisas para remontar pero, al igual que ocurrió hace una semana en Barreiro, la falta de pegada volvió a pasar una elevada factura al conjunto celeste.

El paso de los minutos jugaría a favor del Mestalla, que fue templando sus nervios a medida que las manecillas del reloj siguieron su curso natural y el Celta B fue perdiendo fuerza a la hora de presionar la salida de balón de lso valencianistas. La mejora en el juego acabó traduciendose en el marcador, pero tuvo que ser a balón parado, en un córner en el que la retaguardia celeste perdió la marca del ucraniano Zotko y lo dejó conectar un precioso cabezazo en el corazón del área chica.

El empate noqueó al Celta B, que ya no se volvió a levantar de la lona en los minutos restantes de la primera parte y cedió la iniciativa a un Mestalla que galvanizó el centro del campo con el trivote formado por Eugeni, Gregorio y Quim, que se mostró muy seguro en todas sus acciones y conservó con criterio la pelota.

Tras el paso por vestuarios el partido volvió a cambiar de decoración. El Celta B recuperó su brío inicial, pero la alegría solo le duró hasta que Rafa Mir aprovechó un grave error defensivo de Borja Fernández y puso tierra de por medio en el marcador tras un robo de balón de Nacho Gil en el centro del campo que acabó con un disparo a bocajarro del delantero.

Antes, el preperador celeste, Alejandro Menéndez, había movido ficha e introducido a Juan Hernández por Juan Mera en el campo para dar algo de aire a la banda izquierda celeste, pero la permuta no hizo mella en un Mestalla que cubrió ese flanco mandando a Gregorio, todo un baluarte defensivo, a la ayuda del lateral.

Para colmo de males, Nacho Vidal, sobre el pitido final del colegiado, redondeaba la cuenta valencianista para poner la rúbrica final a un partido que deja al Celta B fuera de la fase de ascenso a Segunda. La eliminación del conjunto filial supone un varapalo a las expectativas de ascenso del filial Celta B pero no desluce la gran temporada firmada por el conjunto de Alejandro Menéndez y consolida a Borja Iglesias como el mejor delantero de la categoría.